A menos de una semana de que se hayan celebrado las elecciones, hoy se le entregó la Constancia de Mayoría a José Chedraui Budib, candidato de Morena que resultó ganador como presidente municipal de Puebla. Él se suma a la alternancia de los gobiernos en la capital del estado, un municipio que en los últimos años ha visto cómo cambian constantemente los colores del partido en el poder.
Contra muchos pronósticos, el empresario expriista José Chedraui Budib es el presidente municipal electo del municipio de Puebla, ya que el Consejo Municipal del Instituto Electoral del Estado (IEE) declaró válida la elección que ganó Chedraui. Con esto, Morena volverá a gobernar la ciudad luego de que la ganó en 2018 y la perdió de nuevo en 2021.
Han sido pocos los gobiernos de un mismo partido que se repiten en los últimos años en el municipio, toda vez que los electores optan por la alternancia cada tres años. Esto ha derivado en que los trienios se caractericen por fricciones entre los gobernadores y escándalos en los mandatos de los presidentes municipales.
¿Cómo fueron los otros mandatos municipales?
En los últimos años sólo se vio dos veces la continuidad en los mandatos de Puebla, uno del 2005 al 2011, y el otro del 2011 al 2018. El primero fue de la mano de dos priistas, Enrique Doger que gobernó del 2005 al 2008, y Blanca Alcalá Ruiz del 2008 al 2011, la primera mujer en este cargo. Luego estuvieron los panistas Eduardo Rivera Pérez del 2011 al 2014 y Antonio Gali Fayad del 2014 al 2018.
Durante el mandato de Doger se dieron obras en el estado como la creación del primer Centro de Emergencias y Respuesta Inmediata (CERI) en Puebla, además de programas para instalar cámaras de seguridad en cruceros del municipio. Tuvo su mandato al mismo tiempo que el gobierno del estado era encabezado por un priista, pues coincidió con el gobernador Mario Marín Torres.
No obstante, lo anterior no le dio precisamente buenos resultados o apoyos para sus planes de gobierno, ya que Enrique Doger hacía críticas al gobierno marinista hasta que se reunieron para que esos señalamientos cesaran. También fue acusado de corrupción por su exsecretario de Gobernación, Omar Álvarez Arronte, quien dijo que el suyo fue “el gobierno más corrupto de los últimos años”.
Luego de él estuvo Blanca Alcalá, también priista que fue la primera mujer que se ostentó en el cargo, al mismo tiempo la última militante del tricolor que gobernó en la capital de Puebla. Durante su administración también se dieron grandes inversiones con más de 250 millones de pesos en el Centro Histórico, más políticas enfocadas al combate a la pobreza, la equidad de género y el desarrollo sustentable.
Después del trienio de Alcalá vinieron los mandatos del PAN, siendo el primero el de Eduardo Rivera. El panista inició con el pie derecho, ya que tuvo el mejor registro para un edil capitalino, con 308,000 votos que avalaron su elección. Él también tuvo coincidencias con un gobernador de su partido, Rafael Moreno Valle, aunque esto tampoco significó algo positivo para sus funciones.
El enfrentamiento más grande que se dio entre ambos gobernantes fue cuando se hizo una revisión de la cuenta pública del 2013 de Rivera, la cual ascendía a más de 411 millones de pesos. Esto terminó el Congreso del Estado inhabilitando a Eduardo Rivera para ejercer cargos públicos por 12 años, más una multa de 25 millones de pesos y el embargo de su casa, aunque en 2018 la justicia le dio la razón al exedil y se le quitó dicha sanción.
Luego de él llegó Antonio Gali Fayad, el edil que tuvo el mandato más largo, ya que inició en 2014 y terminó en 2018, durando cuatro años y ocho meses. También coincidió con Moreno Valle, aunque tuvo más alineación al morenovallismo que su predecesor. Parte de su mandato estuvo marcado por controversias en torno a la conservación del patrimonio histórico y cultural.
Lo anterior no tuvo peso en su futuro político, ya que tras concluir su administración en Puebla capital, tuvo la oportunidad de ser el candidato y posterior gobernador de Puebla en el periodo más corto, del 2017 al 2018.
Tras concluir su mandato vino una vez más la alternancia, en esta ocasión con el nuevo partido en la escena política: Morena. La presidenta municipal del 2018 al 2021 fue Claudia Rivera Vivanco, la segunda mujer en llegar a la presidencia en menos de 12 años. Su mandato no tuvo la aceptación y aprobación esperada, aunado a la larga lista de gobernadores interinos y electos que estuvieron.
Al entrar en funciones, Claudia Rivera tuvo coincidencias con Martha Erika Alonso, aunque esta murió a los 10 días. Por casi medio estuvo Guillermo Pacheco Pulido, el interino. Después llegó el definitivo, Luis Miguel Barbosa Huerta, con quien coincidió del 2019 al 2021. A pesar de que eran del mismo partido, no se alinearon en la forma de gobernar, razón por la que la exalcaldesa lo acusó de obstruir su trabajo y operar en su contra cuando intentó reelegirse.
En 2021 la morenista no pudo reelegirse y desde entonces, hasta la fecha, la capital quedó nuevamente en manos del PAN con Eduardo Rivera, quien renunció para ir en búsqueda de la gubernatura. En sus primeros años, Eduardo Rivera usó en sus discursos de gobierno lo mal que le dejaron el municipio para, en adelante, hacer las mejoras necesarias en favor de la ciudadanía.
Su trienio se marcó por obras principalmente en el Centro Histórico de la ciudad, donde hizo cambios notables como la peatonalización de la calle 16 de septiembre, aunque también puso los parquímetros que han sido altamente cuestionados. También creó una nueva figura en la administración, la del Gerente Municipal que le dio a Adán Domínguez Sánchez, quien en 2023 asumió el cargo como edil.
El hecho de que se dé la alternancia en el poder tan frecuentemente en los últimos años es señal de que los ciudadanos no quedan conformes con los gobiernos municipales. Ahora, del 2024 al 2027 en Puebla volverá a gobernar la izquierda y nuevamente coincidirá con un gobernador de su mismo partido, Alejandro Armenta.