"El INE no se toca", ahora se critica ante un supuesto "fraude electoral"

"El INE no se toca", ahora se critica ante un supuesto "fraude electoral"

Foto: Enfoque

La “resaca” que dejaron las elecciones del pasado 2 de junio todavía es palpable en la política mexicana, ya que hay quienes siguen en su lucha jurídica para impugnar los resultados, mientras que otros siguen alegando un posible fraude electoral. En este sentido, el Instituto Nacional Electoral (INE) se convirtió en el blanco de críticas, ya que hoy es señalado por quienes hasta hace poco lo defendían.

 

En el momento que se dieron a conocer los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) en los que se evidenció que Xóchitl Gálvez iba a perder, el INE empezó a recibir críticas por, según los simpatizantes de Gálvez, ser parte de un presunto fraude electoral. Esto se contrapone a las constantes defensas que hacían hasta hace un par de semanas del órgano electoral.

 

Las críticas de la oposición se suman a los constantes ataques que hacía, y aún hace, el presidente Andrés Manuel López Obrador a este órgano, al que él mismo señaló de hacerle fraude en otra elección y de ser caro e innecesario. Además, el mandatario también planteó la opción de eliminarlo junto a otros que considera no cumplen con sus funciones ni son autónomos de verdad.

 

Las cambiantes opiniones en torno al INE

 

El 13 de noviembre del 2022 cientos de miles de mexicanos en diferentes estados se movilizaron y salieron a la calle para marchar en defensa del INE, en la que sería la primera marcha para respaldar al árbitro electoral. En ese entonces, el detonante era la reforma electoral que planteó AMLO con la que podría tomar el control del instituto, situación que causó descontento en sus detractores.

 

Hubo otras marchas, la segunda el 26 de febrero del 2023 con la misma premisa de defender al instituto, la tercera el 18 de febrero del 2024 ya con Lorenzo Córdova, el expresidente del INE como orador. Antes de las elecciones, el 19 de mayo se hizo la cuarta “marcha por la democracia”, no con el objetivo de defender al INE, sino para respaldar a los candidatos de oposición, incluida Xóchitl Gálvez.

 

Para defenderlo se creó la “Marea Rosa”, un conglomerado de asociaciones civiles que se unían para organizar estas marchas y para mostrar su descontento del gobierno federal con la consigna “El INE no se toca”. A este movimiento se le adjudica estar bajo el control del empresario Claudio X González, uno de los críticos del presidente López Obrador.

 

Todo este esfuerzo de “defensa” y de llamados para que se respete su autonomía se revirtieron cuando salieron a la luz los resultados de la elección del 2 de junio. La candidata de oposición perdió por un margen de casi 20 millones de votos, algo que para muchos, incluido ella, resultó inverosímil, por lo que empezaron a alegar que el INE es cómplice de un “mega fraude” electoral.

 

Las redes sociales también se inundaron de críticas en torno al órgano electoral, ya que hay quienes muestran supuesta evidencia de inconsistencias en el conteo de los votos, exhibiendo las mantas afuera de las casillas que no coinciden con lo que se ve en el PREP. Así, gran parte de la sociedad pasó de estar a favor del INE y pedir que “no se toque”, a tachar de vendida a la presidenta Guadalupe Taddei.

 

Sin embargo, del otro lado la opinión del instituto no ha sido muy diferente, ya que incluso se le quiere desaparecer. Desde las elecciones del 2006, cuando se llamaba IFE, el presidente AMLO tuvo la misma opinión del instituto, que era un organismo fraudulento que, según él, coadyuvó para “robarle” la elección presidencial de ese año, cuando perdió contra Felipe Calderón.

 

Ya en el poder, a pesar de que en 2018 ganó con el aval y la organización del INE, AMLO siguió con la narrativa de que era un instituto ineficiente e incluso señala que es demasiado costoso para las labores que efectúa. En este sentido, incluso presentó reformas en materia electoral con el fin de controlar o desaparecer por completo al INE.

 

La más reciente de estas es la que envió al Congreso de la Unión el 5 de febrero, una reforma con la que no sólo quiere eliminar por completo al INE, sino que tiene como objetivo eliminar los diferentes institutos autónomos como el INAI, la Cofece, el IFT y la CNDH, todos por considerarlos innecesarios y costosos para la nación.

 

En las elecciones de este año el actuar del INE está avalando la aplastante victoria de Morena, PT y el Verde Ecologista, pero aun así han presentado recursos por irregularidades en elecciones como la de Jalisco, donde no ganaron y, si bien no alegan fraude, sí piden un recuento de votos y acusan una supuesta pérdida de las boletas electorales.

 

Así, tanto el oficialismo como la oposición hoy están empecinados en señalar al árbitro electoral que no sólo se encarga de la organización, sino también de la vigilancia y validación de las elecciones. Los que antes lo señalaban de hacer fraude hoy lo siguen cuestionando, mientras que los que un día lo defendían, hoy lo atacan sin miramientos.

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