El resultado de la última elección federal en México dejó varios hechos históricos, siendo el más destacado que por primera vez tenemos a una mujer como jefa de estado, aunque hay otros resultados que sobresalen. En el plano general, el oficialismo no sólo se volvió a imponer en las urnas, sino que prácticamente pintó a todo el país de guinda y dejó muy poco espacio para la oposición.
Tras la jornada electoral del 2 de junio, la Cuarta Transformación salió más fortalecida y con mejores resultados que los obtenidos en 2018, pues se llevó la mayoría de los puestos en el Legislativo, además de que aumentó el número de mexicanos gobernados por su partido insignia, Morena, más el respaldo de sus aliados del PT y el Partido Verde (PVEM).
Este es un cambio sustancial en contraste con la forma en que se veía el mapa político en México antes de la llegada del partido guinda, cuando el partido que mandaba en el país era el PRI, que hoy en día pierde más fuerza con cada proceso electoral y se ha visto relegado como tercera o cuarta fuerza.
¿Cómo queda el mapa político de México?
La elección del 2 de junio fue el mejor rendimiento en elecciones presidenciales para Morena, pues obtuvieron la presidencia de México con Claudia Sheinbaum Pardo, con más de 32.6 millones de votos, superando los 30.11 que obtuvo AMLO hace seis años. Esto destaca por ser el resultado más favorable a favor de una candidata y la primera mujer presidenta.
Sin embargo, el Ejecutivo federal no fue lo único en lo que arrasaron, ya que en el Congreso de la Unión se llevaron ambas cámaras con mayoría calificada. En el Senado, Morena se llevaría de 57 a 60 curules, más los nueve o 13 del PT y los diez o 15 del PVEM. En la Cámara de Diputados, habría 233 a 251 integrantes de la bancada guinda, 46 a 52 petistas y 67 a 77 verdes.
Así quedaría dividido el Congreso
— Extra de Morelos (@ExtraMorelos) June 3, 2024
De acuerdo con el PREP, la bancada de Morena y sus aliados del Partido Verde Ecologista de México y del Partido del Trabajo (PT) alcanzarán la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, y es probable que también en el Senado de la República. pic.twitter.com/d9pQ6FdjIB
En casos como el estado de Puebla, de los 16 distritos federales que conforman el estado, Regeneración Nacional se llevó “carro completo”, pues se hizo de todos los espacios más las dos senadurías. También se quedaron con la gubernatura, la capital del estado y los 26 distritos locales del Congreso, siendo Puebla una de las entidades donde el partido guinda se impuso con más autoridad.
Por si fuera poco, la 4T incrementó su número de estados gobernados, pues llegó a la elección con 21 gobiernos de Morena, uno del Verde y uno del extinto PES, aliado de Morena. Ahora, Morena gobernará en 23 entidades, sumando Morelos y Yucatán a las que no tenían, más el que ya tenía el Verde, San Luis Potosí, lo que deja al resto de partidos con ocho entidades, cuatro para el PAN, dos del PRI y dos de MC.
En los hechos, Morena salió más fortalecido en algunas entidades que ya tenía, como la Ciudad de México, donde la izquierda ha gobernado en todo el siglo XXI, o Puebla, estado que superó los registros de elecciones pasadas y donde se aportaron más de 2 millones de votos para la victoria de Sheinbaum.
El ocaso del partido hegemónico
El caso de Morena ostentándose como el partido con más poder respaldado por la voluntad popular, se da al mismo tiempo de que se apaga la fuerza del PRI, el partido que por más de 90 años dominó gran parte del país. Actualmente dicho instituto sólo gobierna dos estados Durango y Coahuila, pero en el último año perdió su bastión más grande: el Estado de México, entidad que gobernó por más de 70 años.
Morena se consolidó como partido en 2014 y en 2015 apenas compitió por primera vez en unas elecciones, aunque en ese momento no se llevó gubernaturas de las que estuvieron vacantes. En ese año el tricolor aún gobernaba 19 estados, mientras que el PAN tenía seis, el PRD cuatro y MC, Verde e independientes tenían una.
Con las elecciones del 2018, Morena obtuvo cuatro estados, número que subió a cinco en 2019 con la elección extraordinaria de Puebla. En tanto, el PRI se quedó solamente con 12, empezando con su debacle. Para el 2021, el PRI volvió a perder presencia, ya que pasó a gobernar solamente en cuatro entidades, dos de ellas perdidas actualmente.
Es así como en 10 años, Morena fue ganando espacios en todos los ámbitos hasta el punto en que relegó al otrora partido único a ser la tercera o cuarta fuerza política, cada vez con menos presencia en los gobiernos estatales y poca representación en el congreso federal.