Claudia Sheinbaum se unirá a la selecta lista de mujeres que lideran una nación

Claudia Sheinbaum se unirá a la selecta lista de mujeres que lideran una nación

Foto: Xinhua

Este 2 de junio de 2024, los mexicanos acudieron a las urnas para elegir a la nueva titular del Ejecutivo Federal. Según los resultados preliminares, la candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, conformada por los partidos Morena, PT y PVEM, Claudia Sheinbaum, arrasó en la contienda con casi el 60% de los votos. En consecuencia, por primera vez en su historia, México tendrá una presidenta.

 

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Antes de estas elecciones, las naciones que no han sido gobernadas por una mujer, además de México son Estados Unidos, Guatemala, El Salvador, Colombia, Venezuela, Paraguay, Uruguay, Cuba y República Dominicana, en el continente americano.

 

De los 195 países que son reconocidos oficialmente por la ONU, apenas una veintena tienen a una mujer al frente. Es decir, solo uno de cada diez mandatarios son actualmente mujeres.

 

Sin embargo, estos perfiles femeninos a lo largo del mundo han logrado convertirse en presidentas por primera vez en la historia de su país.

 

María Estela Martínez de Perón, conocida como Isabelita Perón, fue la primera mujer en ocupar el cargo de presidente de una república en el mundo; asumió la titularidad del ejecutivo de Argentina en 1974 y fue depuesta en 1976 por un golpe de Estado cívico-militar.

 

La flamante presidenta asumió su rol en medio de una Argentina desbordada de problemas y de violencia. Y la situación estuvo lejos de mejorar.

 

 

Su participación en el gobierno estuvo plagada de oscuridad, no solo por su relación con el mundo esotérico, sino que todos los personajes que la rodeaban, como una corte, eran poco transparentes.

 

Dejó como legado una nueva dictadura militar y el inicio de la represión interna en Argentina. En su gobierno hubo un proceso de represión y militarización de la sociedad con desaparición de personas y ejecuciones. Tras una serie de medidas desacertadas, se desató un descalabro económico que provocó una inflación de tres cifras, algo nunca visto en el país.

 

Por otra parte, la primera mujer en llegar a la presidencia por elección popular en el continente americano fue Violeta Barrios de Chamarro, quien ocupó ese cargo entre 1990 y 1997 en Nicaragua.

 

 

Asumió en 1990 el gobierno de un país en bancarrota económica, política y social, tras siete años de guerra civil. Violeta significó la esperanza de establecer un régimen de respeto, de libertad, de obediencia a la ley, de buenas relaciones con el sector privado, de observancia de las leyes laborales. En cinco años Nicaragua estaba de pie otra vez, con exportaciones creíbles y buenas.

 

Su gobierno, significó abrir el horizonte de Nicaragua. Se contó con la confianza de los inversionistas, que creyeron que ese país tenía un futuro. Las leyes que se crearon fueron hechas para todos, para instaurar una democracia verdadera, con una mentalidad de servicio al país

 

Al igual que ella, destaca Mireya Moscoso en Panamá (1999-2004). Nunca sintió que su condición de mujer fuera un obstáculo en su vida profesional y política, su norte siempre estuvo dirigido en llegar a la presidencia y dedicarse a ayudar a la mayor cantidad de panameños posibles. Sin embargo, confesó que ser mujer en la política sí trae consecuencias, pues la familia sufre las descalificaciones y las críticas; se inmiscuyen en la vida privada y por ser mujer, la barra es más alta.

 

Durante su gobierno se hicieron grandes cambios a la nación: se modernizó el sistema administrativo, hubo inversiones públicas, principalmente en programas sociales y rurales, sobre todo, para la población del interior. Ella no solo se enfocó en desarrollar obras estructurales (puentes, escuelas o edificios), sino también en impactar positivamente la vida de los panameños.

 

 

Michelle Bachelet en Chile, presidenta en dos periodos (2006-2010 y 2014-201) inició su segundo gobierno alentada por los índices de popularidad más altos con los que se había despedido nunca un presidente en Chile tras su primer mandato. 84% de los chilenos la apoyaban entonces y un 62% lo refrendó con su voto en las urnas. Eso le dio alas para plantear y emprender algunas de las reformas más profundas y ambiciosas que había visto la sociedad chilena desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet

 

Sin duda la reforma educacional será el principal caballo de batalla y la bandera por la que será recordada Bachelet, especialmente para las casi 260,000 familias más vulnerables a las que se estima alcance el 60% de la gratuidad universitaria implantada por su gobierno.

 

 

La corrupción fue uno de los flagelos de la presidenta, pero fue hábil en tomar ese problema y convertirlo en una oportunidad, aprobando una amplia agenda de transparencia. Hubo muchísimos cambios en las campañas electorales, en cómo se regula el uso del dinero en la política, en cómo se regulan las donaciones políticas, se le dio autonomía al Servicio Electoral, se cambió la ley de partidos políticos para transparentar los padrones internos, los partidos tuvieron que refichar a todos sus militantes, y eso fue un punto muy importante en el tema de la probidad y la transparencia de la política.

 

Después del caso que afectó a su hijo, que fue involucrado en ciertos casos de corrupción, la gente empezó a verla como una política más y eso evidentemente afectó el éxito de su gobierno.

 

También están los casos de Laura Chinchilla en Costa Rica (2010-2014 ) y Dilma Rousseff en Brasil (2011-2016).

 

Margaret Thatcher (1925-2013) fue una reconocida primera ministra británica, la primera mujer en ocupar ese rol en su país. También fue la única primera ministra británica del siglo XX que ganó tres mandatos consecutivos y en el momento de su dimisión, la primera ministra británica que más tiempo llevaba en el cargo desde 1827.

 

La “Dama de hierro”, como fue apodada por la prensa soviética por su fuerte discurso anticomunista, dejó un gran legado, su voluntad de hierro, su firmeza para llevar a cabo una transformación social y aplicar las mejores políticas para su país, el hecho de que se preocupara por el bienestar de los ciudadanos a medio y largo plazo, aunque a corto plazo dichas medidas tuvieran unos efectos demoledores y se encontrara con una oposición férrea.

 

 

No sólo avanzó en materia de privatización de empresas públicas, desregulación de mercados, flexibilización laboral, entre otras, sino que mostró el camino de lo que otros países harían en los años 80 y 90.

 

Actualmente, Xiomara Castro ocupa la presidencia en Honduras desde el 27 de enero de 2022. En una elección popular, Castro no solo rompió el control masculino, sino que le dio un golpe al bipartidismo que había imperado en esa nación centroamericana.

 

Pero, una encuesta publicada en este año, coloca a la titular del Poder Ejecutivo con una desaprobación presidencial del 93 %, mientras un 4.7% la aprueba y el 2.3% no sabe.

 

 

Uno de los principales problemas que la población hondureña manifestó es la falta de empleo, seguido por la crisis económica, ambas con un 31.8 %, y finalizando con la delincuencia e inseguridad con un 19.3 % entre las más altas.

 

El informe detalla que 45.9 % de la población cree que el país está peor bajo el gobierno actual, frente al 14.2 % que percibe mejoras, mientras que el 39.3 % considera que la situación está igual.

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