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Elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional (GN) y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP) lograron desmantelar un narcolaboratorio ubicado en colonia Morillotla, en San Andrés Cholula, donde se fabricaban dulces, cervezas, vapeadores entre otros productos, que contenían fentanilo y eran dirigidos a estudiantes.
En el lugar, además de los detenidos, se incautó cerca de media tonelada de marihuana y 500 gramos de cristal. Así como dosis de metanfetamina, pastillas de fentanilo, precursores e instrumental químico para el procesamiento de droga, y dos armas largas de alto poder y dos vehículos.
En el lugar se producían dulces de marcas reconocidas, como Panditas, Pelón Pelo Rico, Skittles, también Doritos y Nutella. Ante la gravedad del asunto, las autoridades que intervinieron en esta operación solicitaron al Gobierno del Estado campañas educativas dirigidas a la población estudiantil, con el objetivo de prevenir el consumo de estos productos, que contienen o están contaminados con marihuana o drogas sintéticas.
También se fabricaban cervezas de la marca High Beer que distribuían al sur del país, así como cigarros y vapeadores de distintas marcas que se comercializaban en los Estados Unidos, todos, contaminados con enervantes.
En México, no hay forma de detectar la presencia de fentanilo en productos consumibles; el único sistema que existe se usa en Estados Unidos en la presentación de tiras reactivas, las cuales permiten identificar si un producto está contaminado con la sustancia.
Las tiras reactivas de fentanilo son trozos de papel que se utilizan para detectar la presencia de fentanilo en sustancias inyectables, polvos y pastillas. Las pruebas también identifican muchas de las variaciones o análogos del fentanilo, aunque no detectan las de más reciente aparición. Si hay una nueva variación o análogo del fentanilo, es probable que la tira reactiva no lo detecte hasta que los fabricantes adecuen sus productos a estas variaciones.
Estas tiras se diseñaron originalmente para detectar fentanilo en la orina, pero los promotores de las medidas para reducir los daños del consumo de sustancias se dieron cuenta de que las tiras también detectaban el fentanilo en una sustancia cuando esta se mezclaba con una pequeña cantidad de agua.
Ante esto, la DEA (Administración de Control de drogas) del Departamento de Justicia de los Estados Unidos precisó que ante este panorama, en el cual los criminales están usando cada vez más envases de chocolates, gomitas, galletas y otras golosinas; resulta prácticamente imposible detectar que han sido adulterados, por lo que la recomendación es no consumirlos, ante la primera sospecha.
Estas sospechas pueden ser visibles en ocasiones en el color del empaque, el precio, el código de barras, la compra donde se llevó a cabo el producto. Sin embargo, la mejor opción es no consumirlos por un tiempo indefinido, hasta que se tenga la certeza de que no existe algún riesgo.
