La Corte Internacional de Justicia no encontró fundamento para imponer medidas contra Ecuador debido al asalto de la embajada de México en Quito para capturar al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas (2013-2018).
"La Corte considera por unanimidad que las circunstancias, tal como se presentan ahora a la Corte, no son tales como para requerir el ejercicio de su poder en virtud del artículo 41 del Estatuto para indicar medidas provisionales", declaró este jueves el presidente de la CIJ, Nawaf Salam, citado por la orden judicial.
Según explicó el juez, la Corte no ve necesario introducir medidas a Ecuador, ya que la nación suramericana había prometido proteger los locales diplomáticos y las residencias mexicanas.
La orden recordó que la Cancillería ecuatoriana había calificado el otorgamiento de asilo diplomático a Glas de "ilegal" en virtud de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 y la Convención sobre Asilo Político de 1933, que no le concedería salvoconducto.
"El Ministerio señaló además que, 'en estricto cumplimiento de las normas de la Convención de Viena, (Ecuador) continuará brindando protección a los locales de la embajada mexicana en Quito'", destaca la nota.
El pasado 11 de abril, México inició en la CIJ un proceso contra Ecuador por el asalto de las fuerzas policiales ecuatorianas a la legación mexicana en la capital ecuatoriana en la noche del 5 de abril para capturar a Glas, quien acababa de recibir asilo político por parte del país norteamericano.
Glas contaba con una condena de seis años de prisión por presunta financiación irregular del partido Alianza País, caso por el que también fue condenado e inhabilitado políticamente el expresidente Rafael Correa (2007-2017), aceptado como refugiado en Bélgica.
Gracias a un recurso de habeas corpus concedido en la mitad de su condena, Glas consiguió la libertad condicional el 28 de noviembre de 2022.
A finales de 2023, el ex vicepresidente fue imputado también por una presunta malversación durante el proceso de reconstrucción de la provincia costera de Manabí tras el terremoto de 2016, lo que le llevó a solicitar asilo.
El allanamiento de la embajada provocó la indignación de México que rompió las relaciones diplomáticas con Ecuador y amenazó con llevarle ante la CIJ para que asuma su responsabilidad con la violación de tratados internacionales.
También Nicaragua anunció posteriormente la ruptura de vínculos bilaterales con Ecuador.
Numerosos gobiernos a lo largo del mundo, incluyendo el Departamento de Estado de Estados Unidos, han expresado su rechazo al manejo de este asunto por parte del Gobierno del líder ecuatoriano actual, Daniel Noboa.