Orcas hunden otro velero en el Estrecho de Gibraltar; expertos intentan explicar su comportamiento

Orcas hunden otro velero en el Estrecho de Gibraltar; expertos intentan explicar su comportamiento

Foto: Freepik

Durante este fin de semana, un velero se hundió en el estrecho de Gibraltar tras recibir varios golpes en el casco por parte de unas orcas. Los dos tripulantes, de origen español, fueron rescatados por un barco petrolero que los llevó a Gibraltar, según dio a conocer Salvamento Marítimo.

 

Este incidente es uno de los primeros de esta temporada y se espera que no sea el único. En 2023 se registraron 53 incidentes similares, por lo que los expertos sugirieron la hipótesis de que las orcas asocian los barcos a una mala experiencia, comportamiento que es imitado por otros ejemplares jóvenes del grupo.

 

Según un artículo de National Geographic, el biólogo Dan Olsen de la Sociedad Oceánica del Golfo Norte, explicó que los ataques parecen estar coordinados. Las orcas parecen saber cómo y cuándo actuar y a qué parte del barco atacar para causarle más daño. Los estudios de comportamiento que se hicieron a Gladis, la orca matriarca que inicio estos ataques, sugieren que podría existir un trauma asociado a su comportamiento: “Cuando empezó a ocurrir, pensé que tal vez una hembra o su cría habían sido heridas por la hélice o el timón de un barco, porque siempre parecen ir por el timón”, comentó Olsen.

 

El artículo también destacó que los incidentes se producen casi siempre en veleros y no muestran interés en las personas a bordo. Esto llevó a los expertos, como Hanne Strager, cofundadora del Centro de Ballenas de Andenes, a pensar que las orcas podrían estar jugando. Strager señala que, según el testimonio de un biólogo a bordo, no parecía haber una intención agresiva en las orcas.

 

Olsen coincide con esta hipótesis, puesto que observó comportamientos similares en orcas de otras partes del mundo. Según Strager, las orcas son animales muy inteligentes con un cerebro que continúa evolucionando después de 50 millones de años, lo que podría explicar su compleja conducta.

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