El uso continuo del teléfono sin tomar ciertas precauciones puede acortar el tiempo de vida útil del dispositivo, dañando componentes físicos, su batería o su rendimiento. Aquí te presentamos cinco costumbres que debes evitar para prolongar la duración y el buen funcionamiento de tu teléfono.
Sobrecalentamiento
Este es uno de los mayores problemas que tienen los teléfonos, ya que usarlos durante mucho tiempo o en ambientes cálidos como el interior de un automóvil en verano, puede causar daños en los componentes internos, incluyendo la batería, llegando a ocasionar problemas graves, como deformaciones o explosiones. Para evitarlo, es importante no exponer tu dispositivo a temperaturas extremas y cerrar las aplicaciones que consuman muchos recursos, además de evitar cargar tu dispositivo mientras le das un uso intensivo.
Mal manejo del dispositivo
A pesar de que los teléfonos están diseñados para ser resistentes, el mal manejo puede acortar la vida útil de los dispositivos. Acciones como colocarlos en el bolsillo trasero o en lugares propensos a caídas aumentan la posibilidad de dañar la pantalla o los botones, por lo que se recomienda usar fundas de protección de silicona o goma.
Uso excesivo
El uso prolongado de los dispositivos puede afectar negativamente su vida útil, debido a que estos necesitan descansos periódicos para evitar el sobrecalentamiento y prolongar la vida de la batería. También es recomendable apagar tu dispositivo al menos una vez a la semana para eliminar procesos en segundo plano.
Actualizar tu dispositivo
Las actualizaciones de software no solo mejoran el rendimiento del dispositivo, sino que también garantizan la seguridad del mismo. Ignorar estas actualizaciones dejará tu dispositivo vulnerable a ataques y malware, por lo que es importante mantenerlo actualizado y configurar las actualizaciones automáticas.
Limpieza
La acumulación de suciedad y polvo en los puertos de carga y altavoces puede afectar el rendimiento del celular. Limpia regularmente estos componentes con un paño suave y seco, evitando objetos punzantes o productos químicos abrasivos que puedan dañarlos.