A pesar de que el conflicto lleva activo más de 70 años, desde octubre pasado la guerra entre Israel y Palestina-Hamas no cesa y deja a su paso muerte y destrucción, principalmente en la Franja de Gaza. A raíz de esto, universitarios de todo el mundo se han pronunciado en contra del estado sionista, algo que ya se replica en México en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Esta tendencia que ya se ve en México despierta la incertidumbre sobre qué tanto les interesa a los estudiantes universitarios de Puebla. En un sondeo hecho por Imagen Poblana, la mayoría de los estudiantes señalaron estar al tanto de la situación y afirmaron estar a favor de las protestas en los espacios educativos.
En primer lugar, Manuel consideró que los actos de Israel, lejos de ser en legítima defensa, son crímenes el contra de la población de Gaza, ya que les quitan el acceso a servicios básico, insumos y ayuda humanitaria. Sobre el hecho de que universitarios se pronuncien por un llamado a la paz, lo ve positivo porque es una forma de ejercer la libertad de expresión, por lo que rechaza los actos de represión.
“Aunque sí estoy de acuerdo en la libertad de expresión y en la mayoría de maneras que pueda ser expresada, en caso de que se hayan levantado de manera violenta, no lo reprobaría, pero tampoco estaría dentro de los militantes”, asintió.
Por su parte, Fernando sostuvo que estos hechos reflejan el pensar de las juventudes, ya que en la etapa universitaria los jóvenes tienen el deseo de cambiar el mundo, algo que se modifica con el paso de los años. Respecto a las universidades, afirmó que son lugares donde debe aflorar la conciencia social, una idea que no se debe perder en los espacios de estudio.
Acerca de la represión que se ha visto en los campus de Estados Unidos hacia estudiantes, hizo énfasis en que esto se debe a que este país tiene muchos intereses económicos en que siga la guerra, por lo que a sus gobernantes no les conviene difundir la idea de un alto al fuego.
En tanto, para Andrés Valerde es un hecho que el estado de Israel es excesivo con el argumento de la “legítima defensa” además de que, según él, al igual que Palestina no es un estado reconocido que invade el territorio palestino con ayuda de su aliado, EU; sin embargo, puntualizó que Palestina también ha sido omiso con los llamados al diálogo y el cese al fuego que se propone.
A su modo de verlo, hacer un plantón desde una universidad es algo positivo porque se genera consciencia sobre este conflicto y no es motivo para que se lleven a cabo actos de represión. “Debe haber libertad de prensa y de opinión y se manifiestan pacíficamente, no están haciendo un revuelo para que la acción de reprimirlos sea válida”, agregó.
Gerardo mencionó que este es un conflicto que ya no se puede ver cómo algo aislado, sino que tiene dimensiones que repercuten en todo el mundo. En este sentido, dijo, todos pueden llevar a cabo ciertas acciones para manifestar el descontento por lo que ocurre, tales como dejar de consumir ciertas marcas o participar en alguna marcha.
El derecho a la manifestación, lo que se ve en diversas universidades como la UNAM, es un buen signo para la democracia del país, ya que muestran nuestro lado más humano y de unidad ante lo que consideró casos de injusticia en los que ya sólo se espera lo peor.
Finalmente, nuestro último entrevistado refirió que la guerra, independientemente de los intereses políticos que conlleva, es algo que no debería suceder porque generalmente provoca la muerte de personas inocentes. Explicó que los estudiantes normalmente son los que se protestan en contra de las injusticias, por lo que no es extraño que hoy estén levantando la voz en el caso de Israel y Palestina.
“Están en su derecho de exigir paz y tranquilidad y creo que se les está violentando con la policía. Están generando más violencia y eso va a terminar muy mal”, dijo.
Finalmente, comentó que en México ya se tienen ejemplos de cómo las consignas universitarias pueden tener desenlaces trágicos, pues en la década del 70 se dio el “Halconazo”. Reiteró que no está de acuerdo en que se reprima a las juventudes, pues al final están en su derecho de exigir paz.