En época electoral los candidatos en Puebla siguen presumiendo sus encuestas en las que, presuntamente, van arriba en las preferencias de cara a las elecciones del 2 de junio. Sin embargo, las casas encuestadoras suelen carecer de credibilidad al presentar sondeos alejados de la realidad, algo que también perciben los políticos cuando sus rivales afirman ser los futuros ganadores.
Imagen Poblana consultó a políticos del PAN y de Morena sobre la credibilidad y confianza que ven en estas casas encuestadoras. Por parte del partido oficialista, Agustín Guerrero, secretario general de Morena, afirmó que lo más importante de las encuestas es su metodología para determinar su veracidad. En tanto, Carolina Beauregard, candidata a diputada federal del distrito 12, aseguró que para ellos las encuestas no reflejan el sentir de las personas.
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Por su parte, Agustín Guerrero consideró que, para evaluar una encuesta, lo primero y más importante es fijarse en su metodología, ya que esto demuestra cómo se hizo el sondeo. Explicó que las más “consistentes” son aquellas que basan en encuestas con visita domiciliaria y una buena dispersión de los encuestados de acuerdo a la distribución social del padrón electoral.
Por el contrario, dijo que para él las menos confiables son las que emplean una metodología de llamada telefónica, pues son las que tienen más rechazo. En este sentido, refirió que este tipo de encuestas, como las de Massive Caller, son principalmente encuestas de propaganda.
“Las encuestas que hemos ubicado, como la de Mitofsky, BEAP o Arias, coinciden en la metodología, cara a cara con cuestionarios y a veces con simulacro de urna, de tal manera que le da una consistencia a esos levantamientos. Cada quien puede preferir dónde le va mejor, pero no se vale engañarse”, dijo Guerrero.
El morenista afirmó que ellos, además de las encuestas, también monitorean con brigadas el sentir ciudadano sobre su partido y cómo es recibida la imagen de Morena. Agregó que también han notado cómo algunas encuestadoras hacen sondeos sesgados, a modo y por encargo, algo que se nota más con la casa Massive Caller, ya que su director incluso forma parte del equipo de Xóchitl Gálvez, candidata de oposición a la presidencia.
Finalizó haciendo hincapié en que las encuestas no reflejan por completo la opinión de la gente, ya que sólo son el retrato del estado de ánimo de un día y este puede cambiar por diferentes circunstancias al día siguiente. En cambio, la única encuesta que les importa es la que se vea el 2 de junio, el día de la elección.
“La encuesta de verdad es el día de la elección. Ahí la gente emite su voto y ya no hay manera de cambiarlo. Nosotros lo tomamos con esa precaución, sabemos que toda encuesta mide un momento y que esos momentos pueden cambiar al otro día”, sentenció Agustín Guerrero.
En el otro bando está la panista Carolina Beauregard, quien declaró que la sociedad está ante un reto debido a que han demostrado no ser confiables, ya que las encuestas lejos de ser verdaderos ejercicios demoscópicos, se han vuelto más herramientas de propaganda que no expresan las preferencias de la sociedad.
Agregó que existe un voto oculto del que pocos encuestadores serios hablan y este se refiere a la gente que no contesta encuestas porque los encuestadores no pueden llegar, o bien, por el ambiente de inseguridad que orilla a la gente a no contestar la llamada de un número desconocido, ni mucho menos los deja abrirle la puerta a un extraño, por más que este se identifique.
“Me parece que ya son instrumentos que en esta elección los vamos a ver rebasados. También tenemos que, más adelante, como diputada federal, promover una iniciativa para regular este ejercicio demoscópico”, dijo Beauregard.
Entre las áreas a vigilar, comentó, está que sean transparentes con su metodología, los recursos con los que se hizo la encuesta y, tras cada elección, dar un seguimiento para medir la credibilidad de la empresa. De no hacerlo, explicó, se seguirá en una “crisis de las encuestadoras” que sólo sirven al mejor postor.
Recordó que, al igual que en las elecciones del año pasado en el Estado de México, las encuestadoras sirven para exhibir resultados que están muy alejados de la realidad. En el caso de BEAP en Puebla, la misma a la que Agustín Guerrero consideró de las más consistentes, señaló que en 2021 anticipaba una victoria de más de 20 puntos en la capital para Morena, pero en los hechos la victoria abultada fue para el PAN.
Al igual que el morenista, sostuvo que la encuesta más importante será la votación del 2 de junio, tras la que se podrán contrastar los sondeos de algunas casas con los resultados de los comicios.
Finalmente, manifestó que la intención de Morena en mostrar tantas encuestas en las que sus candidatos parecen “inalcanzables”, obedece a que pretenden instalar la narrativa de que la elección está definida y no hay nada que los electores puedan hacer al respecto, como se trató de hacer en el Edomex.
“Si sale el 65 % de la población, va a ganar Xóchitl Gálvez y vamos a tener la mayoría simple en la Cámara de Diputados, las principales gubernaturas, a excepción de Tabasco y Chiapas, pero la gente tiene que salir a votar. Ellos están utilizando la herramienta de las encuestas para que la gente piense que su voto no hace la diferencia”, finalizó Carolina Beauregard.