Un fascinante descubrimiento arqueológico reveló que los seres humanos han intercambiando besos durante al menos 4,500 años, aproximadamente 1,000 años antes de lo que se creía anteriormente. Investigadores de la Universidad de Copenhague y la Universidad de Oxford publicaron un estudio en la revista Science en mayo de 2023, que puso el foco de atención en esta práctica ancestral.
El hallazgo se basó en miles de tablillas de arcilla descubiertas en Mesopotamia, una región que abarcaba partes de lo que hoy es Irak, Siria y Turquía. Estas tablillas datan del año 2000 antes de nuestra era y tienen una representación de una pareja entrelazada, desnuda, practicando sexo y besándose. Este descubrimiento desafía la creencia de que los besos se originaron mucho más tarde en la historia humana.
Toels Pank Arbøll, autor principal del estudio y experto en asiriología, señaló que los besos no deben considerarse como una costumbre limitada a una sola región, sino que aparentemente se practicaba en varias culturas antiguas durante milenios.
Pero además del significado romántico y sexual, los besos en la antigüedad podrían haber contribuido inadvertidamente a la propagación de microorganismos como los virus entre humanos. Según estudios llevados a cabo en textos médicos de Mesopotamia, existe una posible conexión entre los besos y la transmisión de enfermedades como la infección por herpes.