La inteligencia artificial (IA) pasó de ser una herramienta novedosa a una parte importante de nuestras vidas, especialmente en la forma en que nos comunicamos. La IA generativa, en particular, promete liberarnos de la carga que significa redactar documentos y correos electrónicos, dándonos la oportunidad de dedicar más tiempo al pensamiento creativo. Sin embargo, su uso planteó algunas preguntas importantes en cuanto a la ética, la autenticidad y los riesgos que esto involucra.
Kathleen Day, profesora de comunicación empresarial, finanzas y gobernanza corporativa en Jonhs Hopkins Carey School, aseguró que los textos generados por IA siempre deber pasar por una revisión humana, de lo contrario, podrían incurrir en un acto de plagio. Por otro lado, Franklin Orellana de Poost University advirtió sobre los posibles errores que pueden surgir en los textos generados por IA, que van desde errores sintácticos hasta la inclusión de información falsa que compromete la credibilidad.
Para identificar textos generados por IA, Madeleine Lambert de Originality.ai, sugirió que es importante prestar atención a señales como puede ser el uso plano de lenguaje con una estructura uniforme. A diferencia de los textos de humanos, que pueden variar tanto en su estructura como en signos de puntuación, la IA se limita al uso de puntos y comas, dando una sensación de lectura mecánica. Y finalmente, las llamadas “alucinaciones” de la IA, que es la generación de información falsa dentro del texto.
La influencia de la IA en la comunicación ya es objeto de estudio en instituciones académicas como la Universidad de Stanford, donde Jeff Hancock y sus colegas exploran cómo la IA puede alterar nuestras interacciones y el tono emocional de nuestras respuestas, tal como lo demuestran las respuestas sugeridas por Gmail, las cuales suelen ser excesivamente positivas.
Estas respuestas positivas que impone lA podrían llevar a una homogeneización del discurso, que podría tener consecuencias culturales y sociales, según los investigadores.
En cuanto a las implicaciones éticas, es importante remarcar que la transparencia en el uso de la IA es crucial para mantener la autenticidad y la confianza en la comunicación. El uso indebido de lA puede resultar en el phishing o la difusión de noticias falsas, por lo que la revisión por parte de los humanos debe ser rigurosa y tener un enfoque ético en todas nuestras interacciones digitales.