Juegos de azar en México, ¿cuáles son y por qué están prohibidos?

Juegos de azar en México, ¿cuáles son y por qué están prohibidos?

Foto: Freepik

En días recientes, en el Estado de México se dio un escenario particular en el que elementos de la policía de Toluca amagaron con arrestar a dos personas por jugar “UNO” en la vía pública. Se trata del conocido juego de mesa que, a parecer de los oficiales, no se podía practicar en la calle por tratarse de un juego de azar, algo que sí está prohibido hacer en la calle.

 

El argumento de los oficiales es que tal juego de cartas está restringido en vía pública, además de que, supuestamente, las personas implicadas bebían alcohol y hacían apuestas. Si bien es un hecho que este no es un juego de azar, hay otros que sí entran en esta denominación, y aún más, están prohibidos por las leyes en todo el territorio nacional.

 

 

A muchas personas les gusta pasar el tiempo en familia o con amigos jugando baraja, póker o dominó, pero con el caso suscitado en Toluca, para algunos se volvió incierto si sus actividades favoritas están prohibidas o, lo que para muchos podrían ser actividades cotidianas y de ocio, en realidad podrían escapar de las normas y estar restringidas.

 

¿Cuáles son los juegos prohibidos en México?

 

En primer lugar, cabe aclarar que el UNO no es un juego de azar que esté prohibido en la vía pública, ya que este se vende y anuncia como un juego de mesa apto para personas de todas las edades. Los que sí están restringidos son los que dicta la Ley Federal de Juegos y Sorteos, norma encargada de regular estas actividades.

 

De acuerdo al artículo 2 de dicha ley, está permitido el ajedrez, las damas, los dados, el dominó, el boliche, el billar, todas las formas de juego de pelota y las carreras de humanos, carros y animales, así como los deportes y los sorteos. Por el contrario, todos los que no estén debidamente señalados se consideran prohibidos ante la Ley de Juegos y Sorteos.

 

Entre los juegos que, al no mencionarse en la ley se consideran prohibidos, se incluyen las loterías, los juegos de cartas como el 21, las y hasta las rifas que no estén reguladas, aunque la ley contempla que no están restringidas aquellas rifas o sorteos que se celebren entre amigos y familiares.

 

Por otra parte, una de las modificaciones más recientes a esta ley señala que desde el 17 de noviembre del año pasado, gracias a un decreto presidencial, también están prohibidas las famosas máquinas tragamonedas en cualquier lado, ya sea en casinos o casas de apuestas. Sólo tienen permitido funcionar las que ya tienen licencia hasta el 2038, pero no se expedirán nuevos permisos.

 

Para que un establecimiento pueda funcionar sin violentar la ley, es necesario que cuenten con un permiso previo de la Secretaría de Gobernación, ya que esta es la única instancia con la facultad de otorgar permisos para celebrarlos. No acatar estas indicaciones podrían suponer multas económicas o la clausura de negocios que sí tengan licencias.

 

Por ejemplo, en el artículo 12 se establece que se impondrá una pena de tres meses a tres años de prisión y/o una sanción de 500 a 10,000 pesos a quienes no tengan permisos, quienes hagan apuestas clandestinas y a quienes participen de esto en cualquier manera, así como a los funcionarios que protejan el funcionamiento de estos establecimientos. También se darán penas de un mes o dos años de prisión o 100 a 5,000 pesos a quienes renten espacios para la celebración de juegos ilegales.

 

En cualquier caso, las disposiciones incluidas en esta ley constituyen un delito federal que será atendido por un juez del mismo orden.

 

¿Por qué están prohibidos?

 

En términos generales, los juegos de azar y apuestas tienen tantas restricciones porque se considera que pueden ser una forma de corrupción de menores de edad, por lo que incluso el Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos señala que está prohibida su participación en apuestas. Sólo podrán ingresar a recintos de esta naturaleza si van con un adulto a un show en vivo.

 

Este argumento también se utilizó para la prohibición de las tragamonedas, ya que el gobierno federal dejó de considerarlas como un juego y pasaron a tacharlas como una adicción que, supuestamente, abre el paso a la delincuencia. La adicción a las apuestas, o ludopatía, no es algo que se busca evitar sólo en menores, ya que también se da en adultos que son adeptos a los juegos de azar en los que no tienen el control de los resultados y muchas veces obtienen malos rendimientos.

 

Finalmente, las regulaciones tan estrictas son para evitar que en cualquier lugar se puedan llevar a cabo estos juegos y la Secretaría de Gobernación pueda tener mejor control de los sitios donde se organizan estos juegos. Finalmente, también se busca que los lugares no operen en la clandestinidad y den paso a otro tipo de ilícitos, tales como venta de bebidas alcohólicas a menores, portación de armas o venta de estupefacientes.

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