Una nueva investigación destaca las importantes diferencias de género en el sueño y su impacto en la salud, con implicaciones importantes para el tratamiento de trastornos relacionados con el sueño. Esta nueva revisión de la investigación está a cargo de investigadores de la Universidad de Southampton y la Universidad de Harvard, y fue publicada en Sleep Medicine Reviews.
Según la revisión, las mujeres son más propensas que los hombres a tener una menor calidad del sueño debido a padecimientos asociados con la ansiedad y los trastornos depresivos. Aunque las mediciones de la calidad del sueño de las mujeres, como el sueño profundo y el tiempo de sueño, suelen ser buenas, tienden a tener más quejas sobre el insomnio en comparación con los hombres.
Esto podría estar relacionado con el ritmo circadiano adelantado de las mujeres, en comparación con el de los hombres, el cual puede generar un desajuste entre el reloj interno y las señales externas, lo que contribuye a trastornos del sueño.
Por otro lado, los hombres tienen tres veces más probabilidades de desarrollar apnea del sueño debidos a la estructura de sus vías respiratorias superiores, lo que los hace más susceptibles a problemas de salud como hipertensión, diabetes, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
Además, se observó que tanto hombres como mujeres que trabajan por turnos, desalineados con su ritmo circadiano natural, tienen mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2; sin embargo, este riesgo es significativamente mayor en los hombres.
Históricamente, la investigación biomédica sobre el sueño excluía a las mujeres o las incluía de manera limitada debido a la percepción de que los eventos hormonales como la menstruación y la menopausia introducían demasiadas variables de confusión. Sin embargo, estudios recientes demostraron que existen diferencias claras entre los patrones de sueño entre hombres y mujeres.
Estas diferencias tienen implicaciones sumamente importantes para el tratamiento de los trastornos del sueño. ¿Debería aplicarse un tipo de tratamiento diferente para hombres y mujeres o aplicarse una dosis diferente? Estas son preguntas que los investigadores están empezando a abordar.
Con un mayor entendimiento de las diferencias de género en el sueño y la biología circadiana, se espera mejorar la atención médica y el tratamiento de los trastornos relacionados con el sueño en hombres y mujeres.