En un caso médico extraordinario de pentastomiasis ocular, los médicos lograron extraer con éxito una larva de “Armillifer grandis”, un parásito que normalmente habita en el tracto respiratorio de los reptiles, del ojo izquierdo de una joven de 28 años en el Congo. Sin embargo, la aparición de síntomas oculares relacionados con este parásito después de consumir carne de cocodrilo es un evento sin precedentes en la literatura científica.
El parásito había crecido en el ojo de la paciente durante al menos dos años, incrustándose debajo de la conjuntiva, la membrana exterior transparente del ojo. Afortunadamente, los médicos descubrieron el parásito durante un examen ocular de rutina, observando un bulto que se podía mover. La extracción quirúrgica reveló una larva pálida en forma de C, que se estimó media aproximadamente un centímetro de largo.
Basankusu, Congo: Doctors found a rare parasite inside her for two years. Despite no symptoms, besides the lump, it's the deadly Armillifer grandis.
— Hat ke Headlines (@HatkeHeadlines) April 13, 2024
It infects through contaminated food or water, or contact with snakes. Undercooked snake meat spreads it too. #medicalresearch https://t.co/119fbbQ3rH pic.twitter.com/jyP7aVwemT
La ruta de los parásitos Armillifer implica el uso de serpientes como huéspedes finales en su ciclo de vida, depositados huevos en el tracto respiratorio de las serpientes. Las larvas pueden ser ingeridas por otros animales, como roedores, y eventualmente pueden infectar a los humanos que consumen carne contaminada o tienen contacto cercano con serpientes infectadas.
Este caso es una muestra de la importancia de considerar una amplia gama de factores ambientales y dietéticos al evaluar y tratar a pacientes con condiciones médicas poco comunes, y destacó la necesidad de vigilar continuamente la salud pública en áreas donde la exposición a parásitos zoonóticos como Armillifer grandis es una preocupación potencial.