Se sabe que el Sol morirá algún día. Pero, ¿qué sucederá con la Tierra y los otros planetas del sistema solar? La agonía del Sol va a desencadenar una carnicería en el sistema solar, antes de morir y convertirse en una enana blanca, señala un nuevo análisis.
Con el tiempo, los elementos que alimentan la fusión del Sol se agotarán y nuestra estrella sufrirá una salvaje transformación, hinchándose hasta convertirse en una gigante roja cuyo radio podría llegar hasta Marte. Luego, su núcleo colapsará hasta convertirse en una enana blanca, un resto estelar que solo brilla con el calor sobrante de su muerte.
Ya sabemos lo que le ocurrirá al Sol dentro de unos 5.000 millones de años. Pero, ¿qué pasará con los planetas? ¿Y la Tierra? ¿Y la humanidad?
Dirigido por el físico Amornrat Aungwerojwit, de la Universidad de Naresuan (Tailandia), un equipo de científicos analizó los cambios de brillo a largo plazo de tres enanas blancas y extrapoló lo que eso significa para los sistemas planetarios que las rodean. Afortunadamente, el ser humano ya se habrá ido para entonces: extinguido, si no vive a sus anchas en otro lugar del cosmos. Pero esta hermosa canica azul, a la que llamamos hogar, y los otros planetas no saldrán indemnes. De acuerdo con el análisis de las estrellas enanas blancas, la agonía del Sol va a desencadenar una carnicería en el sistema solar.
En resumen, Mercurio y Venus están perdidos. Acabarán destrozados y devorados por el Sol, sorbidos como espaguetis planetarios. La Tierra puede o no sobrevivir, dependiendo de cómo cambie su órbita con respecto a la masa menguante del Sol y las interacciones cambiantes entre los planetas. Si escapa por los pelos, su aspecto será muy diferente del mundo exuberante y habitable que es hoy.
Para saber todo esto, ¿cómo se observan las estrellas enanas blancas? Estudiando los cambios en su brillo.
Las tres estrellas analizadas por los investigadores en este último estudio presentan cambios de brillo que, según investigaciones anteriores, son producidos por nubes de restos planetarios en órbita.
"Investigaciones anteriores habían demostrado que cuando asteroides, lunas y planetas se acercan a las enanas blancas, la enorme gravedad de estas estrellas desgarra estos pequeños cuerpos planetarios en trozos cada vez más pequeños", explica Aungwerojwit, citado por Royal Astronomical Society.
Estudiando datos de 17 años sobre tres estrellas enanas blancas, muy diferentes entre sí, los investigadores pudieron elaborar una imagen de cómo puede evolucionar este proceso.
"La triste noticia es que la Tierra probablemente será engullida por un Sol en expansión antes de que se convierta en una enana blanca", destaca el físico Boris Gänsicke, de la Universidad de Warwick (Reino Unido).
Agrega que para el resto del sistema solar, algunos de los asteroides situados entre Marte y Júpiter, y tal vez algunas de las lunas de Júpiter podrían desprenderse y viajar lo suficientemente cerca de la eventual enana blanca como para sufrir el proceso de trituración que hemos investigado.
Pero no hay de qué preocuparse. Los océanos de la Tierra desaparecerán en unos 1.000 millones de años, mucho antes de que el Sol llegue a ese punto.
La investigación fue publicada en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.