Ex vicepresidente ecuatoriano retorna a la cárcel tras recibir alta médica

El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas (2012-2018) fue retornado a la cárcel de máxima seguridad conocida como "La Roca", ubicada en la ciudad de Guayaquil (suroeste), tras recuperarse de una recaída de su salud, informó este martes el sistema penitenciario nacional.

"(Glas) acaba de ingresar el Centro de Privación de Libertad", informó el equipo de Comunicación del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).

Más temprano, el SNAI informó que Glas sería dado de alta este martes, tras permanecer ingresado desde el lunes en un hospital de Guayaquil, aquejado de una intoxicación medicamentosa.

"De acuerdo con las evaluaciones realizadas por el personal de este establecimiento, al momento, el ciudadano presenta parámetros de salud aceptables y dentro del rango de normalidad, por lo que puede recibir el alta médica correspondiente", informó la entidad pública.

Glas cumple prisión preventiva después que las fuerzas públicas lo sacaran el pasado 5 de abril de la embajada de México en Ecuador, incidente que causó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.

El exvicepresidente es investigado por presunto peculado en el caso Reconstrucción de Manabí 2016, y además tiene dos sentencias que fueron unificadas en los Casos Odebrecht y Sobornos, por asociación ilícita y cohecho, respectivamente.

El expresidente Rafael Correa (2007-2017), líder del movimiento Revolución Ciudadana (izquierda), y la excandidata presidencial Luisa González, presidenta nacional de esta agrupación política, han responsabilizado al Gobierno y al presidente Daniel Noboa con la salud y la vida de Glas, a la vez que han denunciado persecución política.

RC anunció el sábado pasado que se declaró en oposición al Gobierno de Noboa y dio a conocer el inicio de los trámites de un juicio político contra varios ministros por lo que consideraron un atropello a la sede diplomática mexicana.

La detención del exvicemandatario tuvo lugar el mismo día que México anunció la aceptación de su solicitud de asilo político a Glas, quien lo solicitó tres meses atrás, con el argumento de ser víctima de persecución.

Ello ocasionó la ruptura las relaciones bilaterales por parte de México y la advertencia de que llevará a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia por la violación de su soberanía, iniciativa secundada por Nicaragua.