Visibilidad para atender la salud mental de las juventudes asexuales

Visibilidad para atender la salud mental de las juventudes asexuales

Foto: FreePik

El amor no es igual al sexo. Esta es una de las frases más utilizadas para generar visibilización de la asexualidad, una orientación sexual que en México, hasta diciembre de 2023, estaba considerada una enfermedad psiquiátrica en el Sistema Nacional de Salud.

 

La falta de interés por tener relaciones sexuales no es algo que se tenga que curar pese a que hasta hace pocos meses los protocolos médicos oficiales en México así lo determinaban. Datos de autoridades médicas y rescatados por el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), advierten que en 2019 se canalizaron a 317 personas asexuales con atención psiquiátrica para supuestamente “curarlas”. No fue sino hasta que un juez federal ordenó adecuar la normativa interna para no discriminar a las personas con esta orientación sexual.

 

Pero la patologización de la asexualidad no es el único elemento que impacta la vida de las personas con esta preferencia sexual, a menudo han sido borradas de las conversaciones sobre identidad y sexualidad, de ahí el origen de la conmemoración del Día Internacional de la Asexualidad, que tiene lugar cada 6 de abril.

 

Datos de la Encuesta 2024 sobre la Salud Mental de las Juventudes LGBTQ+, encabezada por The Trevor Project México, señalan que más de la mitad de las juventudes asexuales o arrománticas presentan síntomas de depresión (62%) y ansiedad (52%). Además 47% consideró el suicidio en el último año y 30% lo intentó.

 

Otro dato de alarma que revela la encuesta es que 77% de las juventudes asexuales o arrománticas se han autolesionado, un comportamiento que se utiliza como mecanismo para afrontar emociones difíciles y que no se lleva a cabo con la intención de suicidarse, podría ser fatal o indicar un factor de riesgo de suicidio, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Además, 22% de las juventudes asexuales o arromanticas reportaron amenazas con ser llevadas a “terapias” de conversión o sometidas a ellas por su orientación sexual, 8% recibieron amenazas o violencia física y 28% se sintieron discriminadas el año pasado.

 

Las personas asexuales, también conocidas como aces, suelen tener poco interés en tener relaciones sexuales, o necesitar de dinámicas distintas para tener dichas prácticas; señala The Trevor Project en su portal electrónico.

 

El deseo sexual no es una necesidad fisiológica inevitable e incuestionable como se ha asumido histórica y socialmente, de ahí la invalidación constante a la asexualidad.

 

“Al sexo se le ha conferido un lugar prioritario en nuestras dinámicas relacionales, sobre todo cuando hablamos de vínculos de pareja, pensar y reconocer que no todas las personas activan su deseo y atracción hacia otra persona desde dicho lugar resulta muy confrontador y esto deriva en la invisibilización”, explica Tania Rocha, coordinadora de Investigación de Estudios de Género y Sexualidad de la Facultad de Psicología de la UNAM.

 

En tanto que las personas arromanticas no suelen sentir atracción romántica por otra persona. En algunos casos, las personas arromanticas desarrollan vínculos que se basan en aspectos platónicos, amistades profundas o conexiones que si bien tienen un componente emocional no necesariamente cruza por la cosmovisión del romanticismo, explica Rocha.

Notas Relacionadas