El papa Francisco saludó el compromiso de los principales candidatos a la presidencia de México para atender la violencia en ese país, al recibir el miércoles un documento con iniciativas para la paz impulsadas por la Compañía de Jesús (jesuitas).
El sacerdote Luis Gerardo Moro Madrid, jerarca de los jesuitas en México, informó al Sumo Pontífice en una audiencia las labores que la Compañía realiza para "promover la paz, defender los derechos humanos, asistir a migrantes, acompañar a los pueblos indígenas" en esta nación norteamericana.
Francisco recibió el llamado "Compromiso por la Paz", propuesto por la orden católica mexicana, como "testigo de la reciente firma de las candidatas y el candidato a la presidencia de México", precisó la orden católica en un comunicado.
La candidata de la coalición oficialista, Claudia Sheinbaum, la representante del opositor Frente Amplio, Xóchitl Gálvez, y el candidato del Movimiento Ciudadano (MC, socialdemócrata), Jorge Álvarez Máynez firmaron por separado el documento el 11 de marzo pasado.
El documento surgió como respuesta a los asesinatos de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, perpetrados por sicarios del crimen organizado en la Sierra Tarahumara (norte), el 20 de junio de 2022.
La propuesta contiene más de un centenar de iniciativas enfocadas en combatir las causas de la violencia y reconstruir el tejido social mexicano.
El texto entregado a Francisco denuncia que México "está en un proceso de degradación acelerada debido al aumento de las violencias", y por la falta de mecanismos de control y sanción.
RESPALDO A LAS ACCIONES JESUITAS
El religioso de los jesuitas, misma orden a la que pertenece Francisco, relataron en su audiencia sus acciones para "caminar con el pueblo creyente por medio de sus obras pastorales, educativas y sociales".
El Papa también escuchó un relato sobre el estado que guarda el caso del asesinato de los dos jesuitas secuestrados del templo católico de Cerocahui, en la Sierra Tarahumara, donde tenían varias décadas trabajando con indígenas y fueron hallados asesinados en una barranca.
"En todo momento, el Papa Francisco mostró calidez y cercanía respecto de la labor de la Compañía de Jesús en México", subraya la provincia jesuita en el país latinoamericano.
El máximo jerarca de la Iglesia católica escuchó con atención que el documento cuenta con el respaldo impulso de la Conferencia del Episcopado Mexicano y la Conferencia de Religiosos de México, relata el informe del encuentro.
"Por ello, se le entregó un lienzo con la pintura que permite a los jesuitas mexicanos hacer memoria de sus hermanos", quienes fueron masacrados en la Sierra Tarahumara.
En la reunión, celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el sacerdote provincial, como representante de la Compañía de Jesús en México, "reafirmó su compromiso de continuar promoviendo la paz, los derechos humanos, la promoción de la justicia y el diálogo para la reconciliación".
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se declara admirador de las ideas sociales de Francisco, pero las contrasta con las acciones de la provincia mexicana de los jesuitas, en particular el trabajo del Centro de Derechos Humanos "Miguel Agustín Pro SJ".
Ese centro, que desde hace más de 30 años aboga por los derechos de las víctimas de abusos de autoridades, es blanco de las críticas del jefe de Estado por su asesoría legal a las familias de 43 estudiantes de la escuela de magisterio rural de Ayotzinapa, desaparecidos desde 2014.
"Este importante encuentro destaca el papel crucial que la Iglesia y las organizaciones religiosas desempeñan en la promoción de la paz en México y en todo el mundo", prosigue el texto de los jesuitas.
También confirma la "alineación" entre el trabajo de la Compañía de Jesús en México y "el esperanzador magisterio de Francisco" como jefe de la Iglesia católica, termina el informe.
El "Compromiso por la Paz" ha sido cuestionado por López Obrador en sus conferencias de prensa, porque niega que exista un alto nivel de violencia en el país latinoamericano, la considera focalizada y no generalizada ni en ascenso.
La violencia del crimen organizado obligó a varias iglesias cristianas a cerrar al menos 10 templos en el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala.
En febrero pasado, sacerdotes católicos revelaron que habían participado en una negociación de paz entre grupos narcotraficantes del montañoso estado de Guerrero (sur), uno de los más asolados por la violencia del crimen organizado.