La mayoría de personas que se inscriben al gimnasio lo hacen por razones estéticas; sin embargo, un alto porcentaje de estas personas no se somete a reconocimientos médicos periódicos para conocer en qué estado están sus órganos vitales como el corazón o el riñón, o descubrir anomalías que puedan desembocar en muerte súbita.
La muerte súbita puede afectar tanto a deportistas profesionales como a aficionados, y se produce de manera inesperada, durante o una hora después de haber finalizado la actividad física, por causas naturales y en una persona con aparente estado de salud óptimo.
El especialista en nefrología Armando López Hernández comentó, en entrevista para Imagen Poblana, que las personas que asisten a los gimnasios a ejercitarse muchas veces no saben que tienen un problema de riñón y desconocen cuáles son los efectos adversos de salud a los que se pueden enfrentar.
“Aquellos que ya tienen un problema de riñón y los desconocen, al sufrir deshidratación intensa, ejercicio excesivo o consumos excesivos de proteínas, después podrían desarrollar una creatinina alta, proteinuria o algún problema renal”, sostuvo.
Por ello, precisó que es necesario y de suma importancia someterse a estudios médicos y contar con la valoración del médico antes de asistir al gimnasio.
Puntualizó que es primordial someterse a una química sanguínea parcial, el cual arrojará los índices de glucosa, urea, creatinina y ácido úrico; y a un examen general de orina, el cual debe arrojar números negativos en el renglón de eritrocitos y proteinurias.
“Y tomarse al menos una vez la presión, pero la presión bien tomada, sin estar estresado y otras razones para ver qué tienes una presión normal antes de entrar al gimnasio. Con esos tres y, si los tienes normal, ahora sí consume las proteínas que quieras, haz el ejercicio que quieras, siempre hidratándote bien, y no tendrás ningún problema”.
De igual forma, mencionó que para evaluar factores de riesgo lo recomendable es hacerse un electrocardiograma, una ergometría y un ecocardiograma, ya que estos estudios abarcan las patologías más significativas que pueden llegar a generar algún tipo de episodio cardiovascular.
“Yo siempre me he quedado un poco asombrada del poco control que hay a la hora de inscribirse en un gimnasio. A lo mucho, y a veces, te preguntan si padeces alguna enfermedad cardíaca o si tienes hipertensión y luego ni siquiera te hacen un seguimiento para ver tu nivel de condición física y te ponen la rutina estándar. Esto se debe a la falta de normativas y a la poca preocupación, donde lo más importante es la cantidad de clientes antes que la calidad de su salud”, mencionó Paty, socia de un gimnasio.
Dijo que debe tomarse como una responsabilidad compartida entre el gimnasio y el socio, en la cual, la primicia debe ser que antes de practicar una actividad física de mayor exigencia, se deben hacer estudios médicos previos para conocer la condición física de cada persona.
“Cada vez que se va a comenzar una rutina constante y exigente de actividad física, lo primero que hay que saber es que la salud puede correr importantes riesgos si no se acude a un médico especialista para determinar si se puede o no comenzar con las prácticas, por ello, es muy importante que ambas partes tengan ese conocimiento y de esta forma evitar eventos en donde, por desgracia, se ha presentado la muerte de las personas”, finalizó.