La hibristofilia, que es la atracción hacia los delincuentes, es más común de lo que se cree, especialmente en mujeres. Este fenómeno fue popularizado por el sicólogo John Money durante los años 80 y se describe como la excitación sexual que algunas personas experimentan hacia personas que cometieron alguna clase de crimen.
Este fenómeno era conocido como el “síndrome de Bonnie y Clyde”, quienes eran una pareja de delincuentes que se dedicaban a robar bancos y cometer asesinatos en el proceso, cuya historia de amor se romantizó en un clásico del cine.
La hibristofilia se entiende como una intensa y persistente atracción sexual hacia situaciones, objetos o personas atípicas. A pesar de no estar incluida en los manuales de sicopatologías, es considerada una especie de parafilia sexual. Sin embargo, no todas las parafilias se consideran trastornos, y para que una fantasía se considere un trastorno parafílico, debe causar angustia o sufrimiento.
Hasta ahora se conocen dos tipos, la hibristofilia activa, que implica a mujeres que participaron en la actividad delictiva junto a su pareja, y la hibristofilia pasiva, que implica una atracción platónica hacia los delincuentes, sin participación en los delitos.
A su vez, las mujeres atraídas por delincuentes se dividen en tres grupos. El primero está conformado por mujeres que se sienten atraídas por hombres violentos debido a que este fue el modelo de hombre que estuvo presente en su vida y buscan la aprobación y reconocimiento de este hombre dominante para mantener una relación de subordinación.
El segundo grupo está compuesto por mujeres que adoptan el papel de “salvadoras” y tienen la idea de que ellas podrán cambiar a su pareja. El último grupo de mujeres es el que buscan notoriedad asociándose con los criminales, como lo pueden ser las groupies de Charles Manson o las conocidas “buchonas”, que son parejas de narcos.
La escritora Sheila Isenberg exploró más de 30 casos en su libro "Mujeres que aman hombres que matan", pero la explicación de este fenómeno sigue siendo un desafío para la comunidad científica.
Las motivaciones detrás de la hibristofilia son objeto de controversia y van desde los roles de género hasta factores culturales y evolutivos. La fascinación por lo prohibido y lo excepcional también juega un papel importante; sin embargo, comprender completamente la hibristofilia puede llevarnos a explorar las complejidades de la sexualidad humana y la influencia sociocultural de esta.