Elecciones 2024: el panorama que le aguarda a Puebla

Elecciones 2024: el panorama que le aguarda a Puebla

Foto: Enfoque

Tras meses de recorridos y ver su cara por todo el estado, hoy por fin iniciaron oficialmente las campañas a nivel local para los diferentes cargos, entre ellos la gubernatura, presidencias municipales y diputaciones locales. Este será un proceso atípico en la entidad, ya que por primera vez se votará por la continuidad de un proyecto que se extiende a nivel nacional o por las otras dos alternativas de gobierno.

 

Alejandro Armenta Mier de Morena, Eduardo Rivera Pérez del PAN y Fernando Morales Martínez de Movimiento Ciudadano son los tres perfiles que se disputarán la gubernatura en Puebla. Sin embargo, junto a ellos estarán al menos tres perfiles que buscarán la presidencia municipal de Puebla y otros 21 distritos locales, más los 16 federales y las senadurías que están en juego.

 

Esto se da en un ambiente en el que en Puebla busca seguir con el proyecto de la Cuarta Transformación, una alternativa como la que se vivió recientemente con los gobiernos del PAN y el PRI, o bien, una nueva opción con el partido de “lo nuevo” que busca instaurarse como la tercera vía. Este es el panorama del que tendrán que elegir los poblanos en las próximas ocho semanas.

 

En primer lugar, Alejandro Armenta, como otros de Morena, tiene pasado en el PRI y se hizo de la candidatura tras una cerrada encuesta en la que dejó atrás a perfiles como Ignacio Mier, Claudia Rivera o Julio Huerta, el primo del difunto gobernador Miguel Barbosa Huerta. Si bien durante meses la contienda fue ampliamente disputada, al resultar él el ganador no hubo más oposición a su nombramiento.

 

Desde el 1 de marzo se separó de sus labores como legislador y se centró de lleno en refrendar los esfuerzos para extender el gobierno en Puebla con las siglas de Morena, PT, Verde Ecologista, Nueva Alianza y Fuerza por México. El mayor contratiempo que ha enfrentado en su aspiración es cargar con el lastre de haber sido cercano a Mario Marín.

 

 

Su carrera política en la entidad ya cuenta con experiencia, pues además de senador, fue diputado federal y diputado local. Mucho antes de eso, en 1993 fue presidente municipal de Acatzingo y también fungió como diputado suplente. Desde que forma parte del partido guinda es uno de los perfiles ha pretendido gubernatura de Puebla desde procesos anteriores y hoy lidera la mayoría de las encuestas.

 

Por otra parte está Eduardo Rivera, panista de toda la vida que hoy encabeza la alianza de oposición conformada por PAN, PRI, PRD y PSI. Su llegada a la carrera por el gobierno estatal se dio principalmente gracias a su trabajo como edil capitalino, ya que esto le brindó más respaldo que al resto de perfiles que pretendían el cargo, quienes quedaban rezagados en las encuestas.

 

Su nombre se tomó como la mejor opción para la oposición tras el trabajo que hizo en la capital entre 2021 y finales del 2023; no obstante, antes de eso también fue edil del 2011 al 2014, además de diputado local y diputado federal. Su candidatura hoy obedece a que es el perfil más competitivo de Acción Nacional y del resto de partidos de oposición, razón por la cual no hubo mayor objeción a su elección.

 

 

Finalmente está Fernando Morales, el dirigente de MC que hoy parte de atrás en la carrera por el gobierno estatal. Él es hijo del exgobernador Melquiades Morales y su candidatura se dio, a diferencia de los otros dos, con más resistencia, ya que en ese momento Grace Palomares también quería ser la candidata, pero ni siquiera se le tomó en cuenta, argumentando poco trabajo a favor del partido.

 

Aunque hoy se anuncia como “la nueva política”, ha pasado por el PRI, donde incluso fue diputado local y federal, aunque hoy es uno de los partidos a los que más se enfrenta. Aunque está posicionado en tercer lugar, ha referido en varias ocasiones que dará la vuelta a las preferencias, al grado de dejar al PRIAN en tercer lugar y que la batalla real será entre él y Alejandro Armenta.

 

 

Además del cargo a la gubernatura, ellos estarán acompañados en su mayoría por tres perfiles, que son Mario Riestra del PAN, José Chedraui de Morena y Rafael Cañedo de MC, todos aspirantes a la presidencia de la capital. Aunque estas son las candidaturas que más llaman la atención, otros cargos que estarán en juego son las senadurías y las diputaciones locales.

 

En lo que respecta a las senadurías, los mejor posicionados son los de las dos alianzas, Morena y PT y PAN y PRI, ya que los dos abanderados de MC, una vez más, aparecen en los últimos lugares. Ignacio Mier y Lizeth Sánchez son los abanderados de izquierda, quienes llegaron tras no ser electos como candidatos a la gubernatura, pues en el caso de Mier quedó en segundo sitio, mientras que Sánchez ganó la encuesta especial para el Senado.

 

En el bando opositor, los dos candidatos son Néstor Camarillo del PRI y Ana Teresa Aranda del PAN. Ambos llegaron a la candidatura sin más objeciones al interior de su alianza, pero el panorama se encumbró con Camarillo en las últimas semanas de febrero y las primeras de marzo.

 

A finales de febrero se dio a conocer un presunto audioescándalo en el que se oía a la alcaldesa de San Pedro Cholula, Paola Angon, en una supuesta compra de candidaturas. Luego de eso, en marzo se dio a conocer que su candidatura era bajo la afirmación de su origen indígena, aunque nunca se supo antes de su trabajo en favor de la comunidad Zacapoaxtla, de dónde supuestamente es oriundo y lo que hoy está en duda ante las autoridades electorales.

 

En esta área nuevamente los perfiles de MC se quedan rezagados, pues ni Alida Díaz Balcazar y Sofía Pezzat logran alcanzar a ninguno de los anteriores en las encuestas.

 

Esto es algo que se refleja también en las diputaciones locales, donde los principales aspirantes son los de Morena, PT y Verde, y los del PAN, PRI, PRD y PSI. En este caso los que más están en disputa son los de la capital, pero igualmente otras cabeceras municipales como la de Xicotepec, donde los militantes de Morena anunciaron un voto de castigo debido a la imposición de Lupita Vargas, la hija de Ardelio Vargas.

 

Lo mismo podría ocurrir con las candidaturas de la expanista María de la Barreda y Grace Palomares, la exmilitante de MC, quienes se hicieron rápidamente de candidaturas y hoy podrían ser un arma de doble filo para el partido oficialista, pues al ser emanadas de otros partidos y sin mayor mérito entre la militancia de Morena, supondrían una ruptura aún mayor en el voto que decidirá el Congreso del Estado.

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