Un estudio publicado en la revista Nature por Duncan Carr Agnew, de la Universidad de California en San Diego, reveló que el aumento del deshielo en Groenlandia y la Antártida está afectando la velocidad angular de la Tierra por lo que un minuto podría durar de 59 a 61 segundos, complicando la coordinación de la hora mundial y agregaría un nuevo elemento a la discusión sobre cómo sincronizar los relojes atómicos con la rotación del planeta.
La investigación indica que el deshielo polar está reduciendo la velocidad angular de la Tierra de manera más rápida que antes, lo que implica que el tiempo UT1, el cual tiene en cuenta la rotación de la Tierra, está corriendo más lento que el tiempo de los relojes atómicos (TAI). Esto plantea problemas para mantener la coherencia y precisión en la escala de tiempo mundial proporcionada por el Tiempo Universal Coordinado (UTC).
Hasta ahora, la rotación de la Tierra se había acelerado gradualmente, lo que requería la adición periódica de segundos intercalares para mantener la sincronización entre el tiempo UTC y los relojes atómicos. Sin embargo, el estudio sugirió que el deshielo polar está retrasando este proceso y podría postergar la necesidad de un segundo intercalar negativo, que sería una medida sin precedentes en la historia de la cronometría mundial.
El deshielo en el Ártico es causado por el calentamiento global y está transfiriendo masa desde los polos hacia el ecuador, lo que ralentiza la rotación de la Tierra. Aunque este fenómeno puede brindar más tiempo para decidir sobre la implementación de segundos intercalares negativos, el autor del estudio advirtió que no se debe considerar positivo el cambio climático por su impacto en el cronometraje mundial. Por el contrario, señala que es otro indicio de que las actividades humanas están teniendo un efecto sin precedentes en el planeta.