Manuel López San Martín, el incómodo moderador que quiere quitar la 4T

El próximo 7 de abril será cuando se dé el primer debate presidencial, en el que se verán cara a cara, por primera ocasión, Claudia Sheinbaum de Morena, Xóchitl Gálvez del PAN y Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano. Aunque faltan casi dos semanas para el evento ya está viva la primera polémica en torno a uno de los dos moderadores, el periodista Manuel López San Martín.

El periodista y presentador de noticias que labora para TV Azteca causó molestia en los partidos del oficialismo luego de que criticó al encargado de manejar la pandemia de covid-19, Hugo López-Gatell. Y es que el 22 de marzo, AMLO anunció que Gatell regresó al servicio público como asesor de salud en la presidencia, esto luego de que fracasara en su intento de ser el candidato en la CDMX.

Al darse a conocer la noticia, Manuel López dijo en su programa de la cadena MVS que el presidente “recogió a Gatell de la basura” luego de que este no obtuvo ninguna candidatura. En respuesta, Morena, Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde pidieron que San Martín no sea moderador del debate, pues tras sus críticas a la gestión de Gatell en la pandemia, no brinda imparcialidad en el debate.

¿Quién es Manuel López San Martín?

Manuel López San Martín es originario de la Ciudad de México, donde nació el 25 de septiembre de 1986. Su formación académica se orientó a las Ciencias Políticas y Gestión Pública en la Universidad Iberoamericana, pero su carrera se ha dado casi en su totalidad en los medios de comunicación.

Actualmente conduce el programa “República MX” y es uno de los principales presentadores de noticias de ADN 40, canal perteneciente TV Azteca, empresa con la que hoy el Ejecutivo federal tiene declarada la guerra por el cobro de impuestos de su dueño, Ricardo Salinas Pliego.

Además de su trayectoria en dicho canal, López San Martín ha pasado por medios como El Financiero, Crónica y Reforma, en radio apareciendo en W Radio, Radio Fórmula y Radio Trece, pero actualmente. Hoy en día, aparte de ADN 40, es conductor en MVS Noticias y Radio, y escribe una columna de opinión para El Heraldo de México. En 2014 recibió el Premio Nacional de Periodismo y cuenta con dos libros: “Los Suspirantes 2018: radiografía de una contienda” y “El PRI: La historia de un partido que se resiste a morir”.

Su designación como moderador del debate se dio gracias a que fue propuesto por PAN, PRI y PRD, mientras que la otra moderadora, Denise Maerker fue idea de Morena, PT y el Verde. La decisión final fue tomada por el Consejo General del INE, no basándose en la inclinación ideológica del trabajo de los periodistas, sino en su experiencia, conocimiento de causa y no tener suspensión de sus derechos.

Antes de que se diera esta polémica en torno al debate, Manuel López ya era blanco de críticas por ser objetor de algunos actores de la izquierda en México. Por ejemplo, en abril del año pasado recibió amenazas de muerte luego de que fustigó al diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, a quien no le pareció buena idea el discurso virtual que dio el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski en San Lázaro.

Más reciente, en su programa de radio en MVS ha dado espacio a especialistas como Xavier Tello, experto en temas de salud pública, quien aseguró que sería imposible que México tenga el mejor sistema de salud del mundo, ya que, en los hechos, este ha retrocedido en varios aspectos. Esto se dio a finales de febrero, cerca de que se cumpliera el plazo para que el país llegara a tal hito el 1 de marzo.

Ante las críticas que recibió y la solicitud para que no sea moderador el 7 de abril, Manuel López San Martín respondió afirmando que el periodismo no está sujeto a los “caprichos” de nadie, mucho menos en momentos electorales. De igual forma, señaló que él, como el resto de periodistas, están en su derecho de cuestionar el desempeño de los actores políticos y gubernamentales.

El hecho de que hoy San Martín sea crítico del gobierno federal, y en especial del exsubsecretario de Salud por su mal manejo de la pandemia, no quiere decir que no ofrezca garantías de imparcialidad, ya que tampoco se ha visto inclinando narrativas o tendencias a favor de los rivales de Sheinbaum.