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El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que mide la inflación en la economía mexicana, se ubicó en una tasa anual de un 4,48 por ciento en la primera quincena de marzo, acelerando en comparación con el 4,35 por ciento registrado en la segunda quincena de febrero, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
"En la primera quincena de marzo de 2024, el INPC presentó una variación de 0,27 por ciento respecto a la quincena anterior. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 4,48 por ciento", indica el informe periódico oficial.
El índice de precios repunta después de comportarse a la baja en el mes anterior de febrero, cuando rompió una racha de tres meses al alza.
El INPC mide la variación de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares mexicanos que adquiere un consumidor urbano promedio.
En la misma quincena de 2023, la inflación quincenal fue de 0,15 por ciento y la anual, de 7,12 por ciento, según el registro de la entidad estatal autónoma.
Por otra parte, la "inflación subyacente", que determina la trayectoria de la inflación en el mediano y largo plazo al descartar los productos con precios volátiles, aceleró por segunda quincena consecutiva.
"El índice de precios subyacente aumentó 0,33 por ciento a tasa quincenal y 4,69 por ciento a tasa anual", añade el informe.
Al interior del índice subyacente, a tasa quincenal, los precios de las mercancías incrementaron 0.10 % y los de servicios, 0.61 por ciento.
El "índice no subyacente" que considera todos los productos de la canasta, se colocó en 3,84 por ciento a tasa anual.
Dentro de ese indicador "no subyacente" a tasa quincenal, los precios de los productos agropecuarios subieron 0,34 por ciento y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno bajaron 0,12 por ciento.
Los indicadores se colocan así cerca de la franja de dos a cuatro por ciento, que es la meta de las autoridades monetarias, y podría alcanzarse el año próximo 2025.
