¿Qué hay detrás de la “felicidad” de los mexicanos?

El 20 de marzo tiene lugar una efeméride peculiar, que es el Día Internacional de la Felicidad, un día que se estableció por decreto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2012. El propósito de este día es que la gente tenga en mente la relevancia de la felicidad y el bienestar como parte de las aspiraciones de los seres humanos, y para que se aborde en las políticas públicas.

Aunque en muchos países se viven situaciones difíciles de inseguridad, violencia o falta de recursos, aun así se distinguen por ser de los más felices, incluso más que aquellos que viven en contextos favorables. Uno de estos casos es el de México, ya que según el Informe Mundial de la Felicidad 2024, nuestro país está en el lugar 25 de los más felices del mundo, y el primero de Latinoamérica.

Esto es considerable, en especial porque el año pasado México aparecía en el sitio 36 de la lista, lo que indica que los mexicanos somos más felices hoy que hace un año. La conclusión de que somos cada vez más felices, es algo que contrasta con el hecho de que el país atraviesa por un momento de inseguridad, desapariciones, homicidios, feminicidios e incertidumbre económica.

Si en México atravesamos por todas estas situaciones, entonces, ¿realmente somos tan felices como se afirma?

Dicho informe se elaboró en 143 países tomando en cuenta seis factores: PIB per cápita, esperanza de vida saludable, apoyo social, libertad para tomar decisiones de vida, generosidad y ausencia de corrupción. Con estos indicadores, México obtiene un promedio de 6.678 en el índice de felicidad, aunque algunos contrastan con la realidad que atraviesa el país.

Por ejemplo, México es un país con altos índices de corrupción, tanto en el gobierno como en las empresas, pues según la organización Transparencia Internacional, estamos en el lugar 126 de 180, un sitio que llevamos ocupando cuatro años, lo que indica que la percepción de corrupción no ha mejorado en años. Es por eso que este indicador apenas aportó un .127 de la evaluación final.

En lo que respecta a la generosidad, este fue el rubro que menos aportó en la medición, ya que sólo dio el .086 del resultado final. En cambio, la vertiente que más sumó fue la de PIB per cápita, con un 1.25. Sobre este rubro, en nuestro país el PIB per cápita es de 19,574 dólares por cada poblador, una cifra menor a la del 2019, cuando era de 19,923 dólares.

De otro lado, en el tema de la libertad, este fue otro de los aspectos que le dieron una mejor evaluación al país, pues se obtuvo un .722 en la medición. Y es que, a pesar de lo que se ha criticado, la percepción de la libertad en la nación sigue siendo alta, en todos los sentidos, desde la religiosa hasta la de expresión o de manifestación y asociación.

Sin embargo, esto contrasta con hechos como las latentes amenazas a la libertad de expresión, pues México es el país que no está en guerra donde la profesión del periodismo es de alto riesgo. Igualmente, se ha vuelto común que la libertad de manifestación se vea coartada en diferentes partes del país con la represión que se da en los movimientos sociales.

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Respecto a la esperanza de vida saludable, este es uno de los rubros que más se han dificultado en México en los últimos años, ya que los servicios públicos son de difícil acceso. De acuerdo al Coneval, entre el 2018 y el 2020, la población que presentó carencia en acceso a servicios de salud aumentó, del 16.2 % al 28.2 %, es decir, de 20.1 a 35.7 millones de personas.

Con el paso de los años esta cifra también ha aumentado, ya que hasta el 2022, de acuerdo a la última medición del Coneval, la cifra de personas sin acceso a servicios de salud es de 50.4 millones. Esto significa que el problema se duplicó en el sexenio actual, aún con la promesa de tener un sistema de salud como el de Dinamarca.

Finalmente, en los apoyos sociales es uno de los rubros que más se han ponderado este sexenio y se han creado programas como los del Bienestar. Desde hace más de cinco años a la fecha, estos benefician a más de 30 millones de personas en al menos 25 millones de hogares. Estos incluyen las becas Benito Juárez, pensiones de adultos mayores y discapacitados, así como programas “Jóvenes Construyendo el Futuro” o “Sembrando Vida”.