Golpe de estado técnico y fraude electoral, los “temores” que ya ha enfrentado AMLO

Golpe de estado técnico y fraude electoral, los “temores” que ya ha enfrentado AMLO

Foto: Gustavo Torres, Freepik

Aunque prácticamente todos los políticos de oposición acusan que el presidente Andrés Manuel López Obrador está interviniendo en el proceso electoral, incluso señalando que se podría ver una “elección de estado”, ahora es él quien augura una intervención en las elecciones. Según el mandatario, oposición y jueces se preparan para orquestar un “fraude electoral” o un “golpe de estado técnico”.

 

En su mañanera del 12 de marzo, el presidente aseguró que la oposición apuesta a concretar un fraude electoral o un golpe de estado técnico, apoyados del Poder Judicial, para anular el resultado de las elecciones en caso de que la ganadora sea Claudia Sheinbaum. Las declaraciones se dan en un ambiente en el que jueces han llamado al mandatario a no hablar sobre las elecciones.

 

No es la primera ocasión en que AMLO se queja de estas dos cuestiones, ya que en las elecciones del 2006 y del 2012, al perderlas, se quejó de que hubo fraude electoral, aunque nunca se comprobó nada. Asimismo, el año pasado acusó que el Poder Judicial planeaba un golpe de estado técnico para sacarlo de la presidencia.

 

Aunque son conceptos que se han repetido en varios escenarios en el país y en otras partes del mundo, la realidad es que para mucha gente no se explica qué es lo que implica y cómo afecta a un país.

 

Golpe de estado técnico

 

En líneas generales, el golpe de estado se refiere a la toma ilegal del poder con el uso de la violencia o la coerción, es decir, la presión que se ejerce en contra de quienes están encargados de procurar el estado de derecho. El propósito de un golpe de estado es sustituir a un gobierno que llegó al poder por la vía democrática, por lo que es un atentado contra la democracia y las normas constitucionales.

 

Es algo que se puede fraguar desde distintos frentes y no distingue de ideologías, ya que se ha visto cómo lo hacen desde la izquierda o la derecha por igual. Quienes lo efectúan suelen estar infiltrados en la administración a la que se planea derrocar, o bien, cuentan con el apoyo de alguien que goza de buena posición, especialmente de las fuerzas armadas.

 

Es diferente de las revoluciones o guerras civiles porque en estas últimas se busca derrocar a gobiernos autoritarios o dictaduras, mientras que en el golpe de estado es la búsqueda del poder atropellando a un líder elegido popularmente. Ahora bien, el golpe de estado técnico es diferente porque tiene como objetivo la destitución de un gobernante para suplirlo con otro impuesto de manera inconstitucional.

 

La destitución de un líder se da mediante el uso de recursos legales para desmantelar las instituciones democráticas e imponer a uno diferente saltándose el proceso electoral. A diferencia de la primera definición, el golpe técnico se hace con estrategias judiciales o legales, mientras que la otra busca usar la fuerza para lograr su cometido, generalmente la militar.

 

Otra característica del golpe técnico es algo que en reiteradas ocasiones AMLO ha señalado, que son las decisiones judiciales polémicas y extralimitarse en sus funciones. Esto significa que, por ejemplo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) vaya más allá de sus atribuciones para destituir a un presidente.

 

En agosto pasado se dio a conocer que el ministro Luis María Aguilar Morales tenía un proyecto con el que se abría la posibilidad de destituir a AMLO, aunque ese no era el principal objetivo. El proyecto, que luego fue retirado, consistía en usar el artículo 107 constitucional para separar de su cargo a una autoridad que no haya acatado una sentencia de amparo, algo que AMLO hizo en el caso de una magistrada, aunque al final no se le dio seguimiento.

 

Fraude Electoral

 

En tanto, el fraude electoral se refiere a la alteración sistemática de los resultados de una elección, para beneficiar a un sector específico y sobreponerse a la voluntad ciudadana que ejerció su voto. Es un delito que tiene como objetivo imponer a un gobernante por encima del deseo ciudadano, para lo que se altera el desarrollo de una jornada electoral o se modifican los resultados.

 

Un fraude electoral es un atropello a los principios democráticos y se puede ver de diferentes maneras en la práctica. Lo más notorio es la intromisión con las instituciones democráticas encargadas de organizar las elecciones o de llevar a cabo el conteo de los votos, o bien, mediante la operación del estado a favor de un candidato, generalmente a favor de quienes siguen la línea de los gobernantes.

 

Otra forma sistemática de vulnerar unas elecciones es mediante la alteración de los registros de votantes, haciendo que las personas no puedan ejercer su derecho. No obstante, también es visible mediante la compra de votos o la coacción para que un grupo vote a favor de cierto candidato, pero también con la difusión de información falsa que cambie la percepción de la gente, e incluso haciendo creer que las tendencias son irreversibles a favor de un perfil.

 

En México esto se castiga de acuerdo al artículo 8 de la Ley en Materia de Delitos Electorales, en el que se señala que impondrán de 50 a 200 días de multa a quienes apoyen un fraude electoral, o de ser necesario, dos a seis años de prisión.

 

Como se dijo anteriormente, AMLO también ha excusado dos fraudes electorales, el más recordado en 2006 cuando perdió contra el panista Felipe Calderón Hinojosa por una diferencia de menos de un punto. En ese momento el presidente pidió un conteo total de las boletas electorales, pues señalaba que el gobierno encabezado por el también panista Vicente Fox, había operado para que su candidato ganara.

 

No obstante, más allá de las enérgicas denuncias de López Obrador, nunca se tuvieron pruebas contundentes de que Felipe Calderón ganó las elecciones presidenciales gracias a un fraude. En estos casi 18 años, AMLO sostiene que sí hay pruebas del fraude, pero en ningún momento se han exhibido y todo queda en acusaciones sin sustento.

 

Sin embargo, en meses recientes se reavivó la discusión debido a que Vicente Fox dio declaraciones de que, en efecto, apoyó a Calderón para que ganara en 2006. Si bien el exmandatario afirma que “operó dentro de la ley”, volvió a sembrar la duda de que hubo un posible fraude electoral en 2006, aunque a la fecha no hay un veredicto oficial del caso.

Notas Relacionadas