Con la finalidad de seguir sumando fuerzas a su proyecto político, la coalición “Mejor Rumbo para Puebla”, conformada por cuatro partidos, integró al grupo Redes Sociales Progresistas (RSP) de cara a las elecciones del 2 de junio. Este fue un partido político de vida fugaz, ya que en tan sólo un par de años desapareció por completo y no se tuvo noticias de ellos hasta ayer.
Acompañados del candidato a la gubernatura, Eduardo Rivera Pérez, los líderes de RSP anunciaron su apoyo a PAN, PRI, PRD y PSI, aunque esto sin ser un partido oficial con registro. Aunado a esto, está el hecho de que, en voz de su líder, Manuel Morales, la “estructura” de RSP es un aproximado de 1,000 personas en la capital del estado y algunos municipios más, sin detallar en cuáles.
Con esta pequeña estructura, más lo que puedan sumar hasta el día de las elecciones, RSP tratará de inclinar la balanza en favor de los partidos de oposición; sin embargo, en el pasado reciente quedó demostrado que la fuerza de Redes Sociales Progresistas podría no ser suficiente para marcar diferencias en unas elecciones.
¿Qué tanta fuerza tiene Redes Sociales Progresistas?
Este partido nació, como muchos otros, como una asociación civil en 2019, pero no fue hasta octubre del 2020 que obtuvo el registro como partido político nacional. Desde esos momentos se le ligó a una de las figuras más polémicas: la maestra Elba Esther Gordillo, quien en ese tiempo ya había salido de la cárcel y buscaba regresar a la escena política del país.
Bastó una jornada electoral para que el instituto perdiera el registro al no conseguir el mínimo de 3 % de votos, por lo que desapareció formalmente, pero en lugares como Puebla y la Ciudad de México siguen con estructuras apoyando a los candidatos panistas Eduardo Rivera y Santiago Taboada, respectivamente.
En el caso de Puebla, el anuncio del apoyo a Eduardo Rivera cobró relevancia porque en el estado RSP ya no es partido y porque dieron a conocer que cuentan con una estructura de 1,000 personas. Esto podría no ser una fuerza considerable cuando se rememora cómo fue su andar en el estado cuando sí eran un partido con más recursos y que se caracterizó por resultados electorales pobres.
La única elección en la que compitieron fue en la del 2021, pero no pudieron llevarse ni un cargo importante ni acumularon una cantidad de votos destacable. A nivel distrital apenas juntaron el 1.91 %, por lo que no lograron colocar a ningún diputado. Mientras tanto, en los ayuntamientos sólo ganaron dos, en Coatzingo y Soltepec.
En total, RSP obtuvo un acumulado de 60,000 votos, es decir, menos de lo suficiente para seguir con vida. Este número de votos, suponiendo que sean capaces de repetirlo, no sería gran diferencial en una elección en la capital, ya que en las del 2021 donde se midieron Claudia Rivera, de Morena, contra Eduardo Rivera, del PAN, la diferencia fue de 117,695 sufragios.
En el caso de las elecciones estatales, las del 2019 en las que salió ganador Miguel Barbosa Huerta, la diferencia entre él y el segundo lugar, el panista Enrique Cárdenas, fue de casi 180,000 votos, por lo que la hipotética aportación de 60,000 votos de RSP tampoco marcaría gran diferencia en la contienda por el estado.
En este sentido, la unión de la organización política, que ya no es un partido formal, podría ser poco significativa en la contienda electoral que se avecina el 2 de junio, ya que el pasado reciente da cuenta del poco poder de convocatoria de RSP.
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