Ya en temporada de campaña, los políticos mexicanos hacen promesas de campaña con las que pretenden resolver los problemas de la población, aunque en su mayoría esto se haga sólo para ganar simpatías. El caso más notable es el programa “Pa’ que te arranques”, una iniciativa del PRI que ya es criticada por los electores y es tachada de populista.
El programa social que dio a conocer Alejandro “Alito” Moreno se basa en dar apoyos de 40,000 hasta 120,000 pesos a jóvenes de 18, 21 y 24 años para que sigan con sus estudios, emprendan y lleven a cabo sus proyectos personales. Esto es similar a los programas que ya hay en el gobierno federal y que, al igual que la idea del PRI, sin encasilladas como populistas.
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El populismo es algo a lo que se ha hecho referencia en varias ocasiones, en especial antes y durante del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Si bien se hace referencia a este concepto, casi nunca se explica a cabalidad qué es lo que implica y si realmente en México hemos vivido bajo un régimen populista.
En la política, el populismo se define como el discurso, estilo retórico o movimiento ideológico en el que un mandatario se encarga de dividir a su población en dos bandos: “el pueblo de verdad” encabezado por el líder, frente a una élite corrupta o un “establishment” que atenta contra los valores de una nación. Por lo general apela a lo emocional y, en teoría, a atender los intereses de la mayoría.
Dicho adjetivo va cargado de otras ideologías y se aplica tanto para la izquierda como para la derecha en países de cualquier región, desde Latinoamérica hasta Europa y Estados Unidos. Con el populismo se recae en la idea de que la voluntad de las mayorías, el pueblo de verdad, es la única válida que se puede superponer sobre la autoridad de las instituciones del estado.
Con frecuencia la palabra populismo es empleada de manera peyorativa con el fin de descalificar a un rival político, incluso si no es verdaderamente populista, pues sólo hace falta hacer alusión a “las mayorías” para que se le dé la carga.
Los líderes populistas se caracterizan por ser personas carismáticas, hombres o mujeres que conectan fácilmente con la gente por hacerse pasar como cercanos a ellos, que surgen en momentos de crisis económica o descontento social donde las alternativas políticas ya existentes no satisfacen las necesidades de la población.
Los regímenes o movimientos populistas generalmente vienen acompañados de la promesa del “cambio” al sistema actual, ofreciendo soluciones simples y fáciles a problemas de alta complejidad nacional, aunque a largo plazo esas soluciones no son sostenibles o pueden menoscabar las instituciones democráticas y tender hacia el autoritarismo.
¿En México hemos tenido regímenes populistas?
Hace seis años durante las campañas presidenciales del 2018 una de las críticas más recurrentes que se hicieron en contra de AMLO fue precisamente que era un líder populista, pues incluso se le comparó con otros mandatarios y dictadores como Hugo Chávez de Venezuela, y con otros como Lula da Silva, de Brasil, o Juan Domingo Perón, de Argentina en el siglo XX.
Ya en el poder, este denominativo se le siguió acuñando a López Obrador e incluso se reforzó con partes de su discurso que aluden a que representa a los mexicanos y sus intereses, ya que fue respaldado con sus más de 30 millones de votos, que se enfrenta a una élite de corrupción, la llamada “mafia del poder” o “conservadores”. Es por esto que ha sido considerado como uno de los presidentes populistas en la historia de México, pero no el único.
El año 2000 en México fue histórico porque se dio la alternancia en el poder, toda vez que por fin un político opositor llegó al poder de la mano del panista Vicente Fox, quien ganó las elecciones con esa promesa del cambio y de reemplazar al antiguo régimen priista que llevaba más de 70 años en el poder.
Ambos casos son ejemplo de que el populismo puede ser de los dos espectros de la política, ya que Fox era el representante del PAN, el partido de derecha más prominente del país, mientras que en 2018, AMLO se convirtió en el primer presidente de izquierda de México.