Según un informe de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), febrero fue el mes más cálido jamás registrado. Y aunque el análisis de datos no ha terminado, algunos de los científicos aseguraron que el cambio climático y el fenómeno de El Niño en el océano Pacífico oriental podrían haber contribuido a que febrero alcanzara la temperatura promedio global más alta en la historia de las observaciones para ese mes.
Si los pronósticos se confirman, febrero tendría el noveno récord de temperatura mensual consecutivo. Karin Gleason, científica atmosférica de la NOAA, señaló que estas condiciones climáticas llevaron a que la primavera llegue antes de lo planeado, y prueba de ello son las plantas floreciendo antes de lo habitual, tanto en México como en Japón, pistas para practicar esquí sin nieve en Europa y temperaturas que alcanzaron los 38° C en Texas.
Jane Baldwin, científica atmosférica de la Universidad de California, expresó su preocupación ante el aumento de muertes relacionadas con el calor durante el verano: “El calor es un asesino silencioso sustancial”, aseguró.
Ante esta situación, la NOAA predijo que el fenómeno conocido como El Niño se disipará a mediados de 2024, dando lugar al fenómeno contrario conocido como La Niña, caracterizado por el enfriamiento del océano Pacífico oriental. Sin embargo, a pesar de esto, la NOAA predice un 22 % de posibilidades de que 2024 rompa el récord de 2023 como el año más cálido registrado y más del 99.9 % de posibilidades de estar entre los 10 años más calurosos observados
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