Los procesos electorales atraviesan por varios periodos antes de llegar al ansiado día de las votaciones y, aunque se parezcan, en los hechos cada etapa se distingue por lo que pueden y no pueden hacer los candidatos. Entre la precampaña y la campaña formal, en México hace pocos años se estableció otra figura, que es la intercampaña, el momento actual.
En el proceso electoral que atraviesa el país, en este momento estamos en el periodo de intercampaña que terminará en pocos días para dar paso oficialmente a las campañas, donde veremos a los candidatos desplegar sus propuestas con las que pretenden ganarse el voto ciudadano.
Aunque muchos políticos llevan meses o años promocionándose, o han utilizado este periodo para la guerra de acusaciones y difamaciones entre todos los frentes, la intercampaña y la campaña son dos procesos muy distintos, cada uno con sus respectivas reglas y lineamientos. A pocos días de que inicien las campañas formales, es importante resaltar cuáles son sus diferencias de la intercampaña.
¿Cuál es la diferencia entre intercampaña y campaña?
La primera diferencia entre estos procesos es la duración, ya que la intercampaña inició el 19 de enero y termina el 29 de febrero, con un total de 41 días. En cambio, las campañas a nivel federal inician el 1 de marzo y concluyen el 29 de mayo, con un total de 90 días. Esto cambia en cada estado de acuerdo con sus calendarios, pues en algunos las campañas inician después.
Por ejemplo, en Puebla la intercampaña inició el 4 de enero y concluye el 30 de marzo, es decir, dura 57 días. En cambio, las campañas para la gubernatura arrancarán el próximo 31 de marzo y terminarán también el 29 de mayo, durando 60 días, para luego transitar a la veda electoral.
Por otra parte, la intercampaña está ideada como una etapa de preparación para los partidos políticos en la que resolverán disputas internas generadas por la precampaña, no como un espacio de competencia electoral. Por lo anterior, al igual que en la precampaña tampoco está permitido hacer propuestas, llamados al voto o solicitudes de apoyo a una candidatura.
Tampoco puede haber candidatos o precandidatos en debates, mesas de diálogo, análisis donde haya más de un candidato y ni siquiera deben aparecer en los spots de los partidos. Dichos promocionales sí pueden hacer alusión “al cambio”, en el caso de la oposición, o a “la continuidad”, en los oficialistas, pero sin la imagen de los candidatos.
Durante la intercampaña los partidos y coaliciones también deberán registrar formalmente a sus candidatos ante el árbitro electoral, entre el 15 y el 29 de febrero.
En tanto, de acuerdo con la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE), en el artículo 242 se detalla que la campaña son las actividades de los candidatos, los partidos y sus coaliciones, cuyo único objetivo es llamar al voto ciudadano. Estas actividades incluyen marchas, reuniones masivas públicas y actos partidistas en los que se promocione una candidatura.
Los mensajes que se emitan por parte de los partidos políticos ya no son dirigidos solamente para los militantes, sino para el público en general. En este periodo, los institutos políticos, aspirantes y coaliciones también están obligados a reportar sus gastos de campaña con el INE y estos no deben rebasar los límites establecidos de 660 millones de pesos.
Durante este periodo los candidatos también podrán aparecer en debates y mesas de análisis, además de los que organiza el INE. Sobre estos últimos, serán tres y se llevarán a cabo los días 7 y 28 de abril, así como el 19 de mayo, con preguntas de la ciudadanía e intercambio de ideas cara a cara.