Cuando se trata de consumo energético en los hogares, las personas siempre buscan las opciones que resulten más económicas, pero también las que sean menos dañinas para el medioambiente. En este sentido, la decisión de usar gas natural o gas LP cobra más relevancia, ya que ambas tienen ventajas y desventajas.
El gas natural y el gas LP son muy diferentes entre sí, a pesar de que suelen usarse para los mismos fines y, al menos en apariencia, lucen casi iguales. Las principales distinciones entre uno y otro están en la forma en que se obtienen, su distribución, el impacto ambiental y, por supuesto, el costo que suponen.
Imagen Poblana te da una lista de las diferencias que hay entre cada uno y cuál podría ser la mejor opción para el uso dentro de un hogar.
La primera diferencia es la fuente, ya que el gas LP se obtiene como un derivado del petróleo crudo y de ahí recibe su nombre, licuado de petróleo, es decir, es un combustible fósil, aunque también puede ser un subproducto del mismo gas natural. Este se forma gracias a la combinación del propano, butano y propileno, lo que lo hace un elemento más pesado al momento de concentrarlo.
En contraste, el gas natural está compuesto mayormente por metano, un gas de origen natural que se encuentra en yacimientos de todo el mundo y que es el resultado de la mezcla de materia orgánica, como las plantas, hace millones de años. Esto lo hace un combustible más ligero y que se dispersa con mayor facilidad.
Por otra parte, está la forma en que se transporta, ya que el gas natural se transporta por ductos marinos o terrestres que generalmente van debajo de la tierra, directos de los yacimientos. En cambio, el gas LP primero se tiene que procesar para cambiar de gaseoso a líquido, y de ahí se pasa a cilindros para su transporte en vehículos que lo llevan directamente con los consumidores en los hogares.
Esto hace que el LP sea usado más que el natural, ya que es de fácil acceso y llega a cualquier punto, mientras que los ductos de gas natural no pasan a todos los sitios y se usan más en la industria.
La mayor ventaja del gas natural es su pureza, ya que es más limpio que el LP, lo que se traduce en un menor impacto ecológico, toda vez que produce menos gases de efecto invernadero (GEI) al quemarlo. Por su lado, el gas LP es desde un inicio un producto fósil, por lo que al consumirlo es más contaminante. De acuerdo a un estudio de la Universidad de California, el gas LP genera al menos un 30 % más de dióxido de carbono que el gas natural.
Otro diferenciador entre uno y otro es su olor, ya que al obtenerse por métodos distintos obtienen un olor característico. El LP suele ser inodoro, mientras que el natural huele a azufre. Esto sería irrelevante si no es porque marca la diferencia entre la vida y la muerte, pues ayuda a darse cuenta cuando hay una fuga del tanque o de las tuberías.
Finalmente está el factor que es determinante para la mayoría de los compradores o usuarios: el precio. Y es que estos también tienen costos diferentes, pues en el caso del gas natural, su instalación para uso en una casa puede costar 2,000 pesos o más, aunado al cobro por gasto mensual, que variará de acuerdo al consumo. De acuerdo al índice de precios, por cada Gigajoule se estarían pagando 47.72 pesos en la región de Puebla.
Por su parte, el gas LP se cobra por litro en 10.64 pesos, y por kilo cuesta 19.69 pesos en Puebla capital, esto de acuerdo a la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Es así como, a día de hoy, un cilindro de 20 kilos puede alcanzar montos de hasta 393.8 pesos, aunque cada semana cambia y uno podría no ser suficiente para un mes.
Es así como el gas natural se alza como una de las opciones más económicas cuando se trata del uso de combustibles en el hogar, pues el mayor gasto se da al principio con los costos de instalación, pero luego se hace más asequible. Al ser más abundante en la naturaleza, pero también el que menos GEI genera, es considerablemente más amigable con el ambiente.