Miles de personas unidas en una misma lucha, bajo una misma consigna y con un objetivo compartido, dejar bien claro a los que ostentan el poder que “la democracia no se toca”, todo eso se vivió en la "Marcha por Nuestra Democracia". Puebla fue testigo del compromiso ciudadano que se replicó en más de 100 ciudades de todo el país, e incluso del extranjero, personas que hoy atienden al llamado para defender sus libertades.
Hoy más que nunca, el rosa mexicano inundó las calles de la ciudad, dejando en claro el rechazo comunitario a la falta de libertades y el atropello a las instituciones democráticas que se han construido desde hace décadas en México. Ese es el único color válido hoy, porque este día no es para que los partidos políticos figuren. No. Este día es un reclamo que nace de la sociedad.
La defensa de la democracia es la máxima premisa de este día, por lo que nadie quiso quedarse fuera. Hoy en la calle se ve a familias completas, sin importar la edad, desde niños y niñas, hasta los adolescentes y los adultos mayores, cuyos recuerdos de otro México son vastos y ricos, por lo que también son los más conscientes de lo que significa defender a su país.
En las caras de los menores se nota entusiasmo y extrañeza a partes iguales, ya que quizá no son sabedores de lo que significa este día, pero indudablemente, con el paso de los años, podrán reconocer la labor de la que hoy han sido parte.
La exigencia es simple: respeto al voto ciudadano y no elecciones de estado. Respeto a la diferencia de pensamiento, a la libertad de expresión y a la elección de quienes nos representarán y gobernarán por los próximos seis años, tres años, no importa, lo esencial es que quienes atentan contra la democracia tengan bien presente cuál es el sentir común.
La distancia física no es impedimento para compartir el mensaje con las personas de otros lugares que llevan a cabo la misma acción. Desde la Ciudad de México, donde se aglomeraron cerca de 700,000 personas, llegó la oración de quién otrora presidió el máximo órgano electoral: Lorenzo Córdova. Él expresó lo que para muchos es claro: hoy la democracia necesita la incesante defensa de los mexicanos.
Junto a él estuvieron otros, como José Woldenberg, quien también estuvo al frente de INE, antes IFE, y, en pocas palabras, fue parte de la fundación del organismo democrático más importante de nuestro país. Como parte de su mensaje, también señalan los planes del oficialismo como un atentado al futuro del país, por lo que llaman al grueso de la población a que sean ellos los opositores, no los partidos, la gente, quienes no deben permitir tales actos.
Y es que la marcha de este día es la prueba fehaciente de que la democracia está viva y tiene en sus ciudadanos a la primera línea de defensa. Durante su caminar, los propios manifestantes rememoran una de las máximas que se leen en el himno nacional: “un soldado en cada hijo te dio”.
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