No es “politiquería”, la inseguridad en carreteras es una terrible realidad en el país

Ayer, 15 de febrero, los transportistas de diferentes puntos del país hicieron un paro nacional y bloquearon las más importantes carreteras para exigir seguridad en sus labores. Esto se da en medio de un ambiente donde los asaltos y asesinatos de estos trabajadores han ido en aumento, pero el presidente López Obrador afirma que todo es con fines “politiqueros”.

En su conferencia mañanera en Guerrero, uno de los estados más azotados por la violencia en autopistas, el presidente afirmó que respeta la libertad de manifestarse, pero no lo iban a chantajear. Dijo que este paro tiene tintes “politiqueros” y acusó que también hay partidos políticos detrás, dado que se acercan las elecciones y “ya no es como antes”, que hacían estos bloqueos para reunirse con el presidente.

Pidió a los transportistas seguir en mesas con la Secretaría de Gobernación y destacó que la Guardia Nacional está presente en todas las autopistas del país para labores de seguridad. Pese a las constantes mesas de diálogo y la presencia de la GN en las autopistas, la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (AMOTAC) no cesa sus denuncias para exigir más seguridad.

Los acuerdos a los que ha llegado la AMOTAC con Gobernación consisten en operativos federales para revisiones en corralones y la inclusión de más de 600 nuevos oficiales de la Guardia Nacional para labores de vigilancia, al igual que más inspecciones a los camiones dobles articulados. Ellos piden que se prohíban los camiones dobles articulados, así como detener abusos y extorsiones por parte de los agentes federales, pues son quienes obstaculizan la recuperación de unidades..

Más allá de los dichos del presidente en torno a un presunto interés político, la realidad es que los transportistas no dejan de ser víctimas de la delincuencia en las vías del país. De acuerdo a la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), tan sólo en 2023 el robo de camiones creció cerca del 5 %, pues hubo cerca de 13,000 unidades robadas en todo el país.

Por otra parte, según la Fiscalía General de la República (FGR) y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2022 se dieron un total de 13,220 casos de robo a transporte de carga, mientras que en 2023 hubo 13,848 hurtos de esta naturaleza, es decir, un incremento de 4.6 % en los atracos.

Esto genera grandes afectaciones económicas a las empresas que transportan sus mercancías por las autopistas, pues de acuerdo a la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), tan sólo en 2022 las pérdidas por robo a transporte de carga fueron superiores a los 7,000 millones de pesos. Esto incluye las mercancías, equipo robado y los costos para aumentar su propia seguridad.

Las autopistas que más se ven afectadas son las del Estado de México, Puebla, Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí, Jalisco, Hidalgo, Querétaro, Veracruz y Tlaxcala. Sin embargo, son el Edomex y Puebla los que más concentran los casos con los tramos carreteros más peligrosos, como el Boulevard Manuel Ávila Camacho-Lechería-Chamapa, y el San Martín Texmelucan-Esperanza.

Además de las cifras en pérdidas económicas o las unidades y mercancías, este delito también cobra la vida de los trabajadores que se ven atrapados por la violencia en medio de sus labores. Por ejemplo, en Chilpancingo, Guerrero, donde el presidente dijo que todo era “politiquería”, el pasado 5 de febrero asesinaron, en un sólo día, a cinco transportistas, uno de ellos un chofer al que incineraron.

Ya desde ese momento en dicha entidad se dieron protestas, pues los operadores del transporte público iniciaron un paro para exigir mejores condiciones de seguridad. Es por esto que hoy en día los transportistas de prácticamente todo el país se unen a la misma exigencia, pues saben que es un problema que ha rebasado a las autoridades y que pone en riesgo sus vidas.