Es bien sabido que todos los seres humanos, sin excepción, atravesamos una serie de cambios fisiológicos a medida que vamos madurando. Los notamos cuando pasamos de la niñez a la pubertad, luego en la adolescencia y, posteriormente, en la adultez. Son cambios que se viven de diferente manera tanto para hombres como para mujeres y estos no se detienen en la edad adulta.
Las mujeres en edad adulta, entre los 40 o 50 años, suelen entrar en la etapa de la menopausia, momento en el que su cuerpo deja de producir hormonas y pierden su ciclo menstrual, entre otros cambios. En los hombres sucede un proceso similar, pero recibe el nombre de andropausia, un ciclo en el que el cuerpo tiene cambios sustanciales.
En términos generales, la andropausia es el proceso natural en que los hombres ven disminuidas sus capacidades sexuales y otras funciones de su organismo, todo relacionado con el descenso progresivo en la producción de la testosterona. Esta es la hormona masculina encargada de regular múltiples funciones físicas, no sólo en los órganos sexuales, ya que también interfiere en otras partes.
Aunque comúnmente se le conoce como andropausia, suele recibir la denominación del Síndrome de Deficiencia de Testosterona, pues ese es el principal detonante de esta condición. Este proceso de disminución de testosterona se da entre los varones cuando alcanzan los 40 o 55 años y avanza más con el paso de los años.
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Otro factor que causa la andropausia es el incremento en la producción de una proteína llamada globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG, por sus siglas en inglés), que se une a la testosterona y causa que el organismo lo interprete como una sobreproducción y deje de crearla. También se atribuye al estrés, alcohol, consumo de algunos medicamentos, obesidad, infecciones y enfermedades cardiovasculares.
Los síntomas de la andropausia son: disminución del deseo sexual y de la potencia, es decir, disfunción eréctil. Asimismo, las erecciones duran menos y la cantidad de líquido seminal en las eyaculaciones es reducida. En lo físico, hay menos energía, se pierde masa muscular, densidad ósea y resistencia al ejercicio, al mismo tiempo que aumenta la grasa corporal, algo notable en la zona abdominal.
Otros cambios más orientados al comportamiento o sensación son las alteraciones en los ciclos de sueño, como insomnio o apnea del sueño. Igualmente, hay dificultad para concentrarse, recordar cosas y cambios de humor y estado de ánimo que vienen acompañados de irritabilidad, baja autoestima, ansiedad o depresión.
Hay quienes consideran que es el equivalente a la menopausia, pero hay diferencias sustanciales en ambos casos. Por ejemplo, en el caso de las mujeres se nota abruptamente porque se deja de menstruar, aunque para confirmarlo debe ser así por 12 meses seguidos, pero en los hombres se da gradualmente. Cambios en el temperamento, estado de ánimo y pérdida de la energía son las señales más notables de que este proceso está en marcha.
De igual forma, algo que distingue a la andropausia de la menopausia es que en la segunda se pierde por completo la capacidad ovulatoria y, con ello, la edad fértil de la mujer. En la primera los hombres no ven afectada completamente su producción de espermatozoides, por lo que pueden seguir procreando a edad avanzada.
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Esta condición no es precisamente una enfermedad y es natural, pero se puede detectar e incluso aminorar sus efectos. Para esto, se recomienda asistir con el urólogo regularmente, a fin de llevar un estilo de vida saludable, con dieta, ejercicio y manteniendo un peso corporal adecuado.
La forma en que se puede tratar para hacer menos impactantes los cambios en el cuerpo van desde la ingesta de comprimidos o inyecciones de testosterona, con lo que se disminuyen los efectos, hasta la adopción de un nuevo estilo de vida, lejos del estrés, con dieta equilibrada, ejercicio constante, dejando de consumir sustancias nocivas y acompañamiento médico regular.
