El miércoles de ceniza es una de las conmemoraciones católicas más arraigadas en los poblanos, pues basta con caminar por las calles del Centro Histórico para ver decenas de personas con una cruz negra plasmada en la frente.
Sin embargo, el ser una tradición arraigada no es garantía de que todas las personas conozcan el significado real de esta fecha y de colocarse este símbolo en la frente, y mucho menos seguir al pie de la letra lo que marca la religión respecto a la abstinencia y el ayuno.
¿Cuestión de fe o de costumbre?
Imagen Poblana acudió a la Catedral de Puebla para entrevistar a algunos de los poblanos que acudieron a tomar ceniza como lo marca el calendario litúrgico, a fin de conocer si están conscientes sobre el significado real de esta fecha.
El señor José acudió a la Catedral acompañado de su mamá y su sobrino y en entrevista reconoció que lleva a cabo esta actividad más por tradición y por lo que marca su religión, que porque conozca la realidad del significado de la cruz en la frente.
La mamá del señor José explicó que la cruz de ceniza le recuerda a los católicos que polvo son y en polvo se convertirán, señalando que por muchos años ha llevado a cabo esta tradición también por sus motivos religiosos.
Durante la entrevista ambos reconocieron que es complicado que las nuevas generaciones adopten esta tradición y que lo hagan con la seriedad que se necesita; sin embargo, aseguraron que es responsabilidad de los padres garantizar que los más jóvenes preserven esta tradición.
Respecto a la abstinencia y el inicio de la cuaresma, reconocieron que no llevan a cabo esta parte del miércoles de ceniza, pues la economía a veces no se presta para elaborar un menú especial en esta fecha y eventualmente pueden llegar a caer en la ingesta de carne.
La señora Gloria también acudió a la Catedral para tomar ceniza acompañada de su esposo, reconociendo que también llevan a cabo esta práctica solamente por tradición y arraigo familiar, pues desconocen a ciencia cierta cuál es el significado.
Coincidió en que es responsabilidad de los padres transmitir a los hijos esta tradición; sin embargo, aseguró que es complicado, pues muchos padres no lo hacen y a veces los hijos tampoco tienen la intención de mantener esta costumbre.
Al igual que en el primer caso, la señora Gloria señaló que no respeta la abstinencia de comer carne y agregó que es una cuestión de hábitos más que de economía.
Finalmente, Lourdes, la más joven de los entrevistados, explicó que este 14 de febrero fue el primer miércoles de ceniza al que acude a la iglesia de forma voluntaria y después de muchos años.
Eligió la Catedral de Puebla para hacerlo y fue acompañada de una de sus amigas que además no es católica, por lo que solamente ella tomó ceniza y además supo el significado real de la fecha.
Señaló que la cruz de ceniza en la frente se coloca como una señal del catolicismo para limpiar los pecados; además, señaló que si bien su familia sí lleva a cabo la cuaresma y cumple con los días de abstinencia, ella no lo hace y es más flexible con este requisito de la tradición católica.
¿Qué significa en realidad el miércoles de ceniza?
Tal y como lo señaló Lourdes, el miércoles de ceniza tiene un significado que nos remonta al judaísmo, donde se tenía la costumbre de cubrirse con ceniza cuando había cometido un pecado y había un deseo real de abandonar la mala vida y tomar el camino de Dios.
En sus orígenes solamente usaban la ceniza los penitentes, pero fue hasta el siglo XI cuando la Iglesia de Roma decidió ampliar el rango y aplicar la ceniza a todos los cristianos, siendo con el paso del tiempo que se adoptaría la tradición de que fuera en forma de cruz y únicamente en la frente.
La tradición también se adaptó para marcar el inicio de la cuaresma, es decir, los 40 días que tienen los creyentes católicos para prepararse para la pasión de Cristo; por lo que, además de la reflexión, se busca llevar a cabo el ayuno y la abstinencia.
De acuerdo con la religión católica, todos los cristianos bautizados mayores de 14 años tienen la obligación de llevar a cabo la abstinencia, es decir, no comer carne durante el miércoles de ceniza y los viernes posteriores hasta el Domingo de Resurrección.
Mientras que el ayuno consiste en hacer únicamente una comida fuerte al día, además de no comer carne y debe de ser llevado a cabo únicamente por los creyentes de entre 18 y 59 años según las reglas modernas de la religión.
Finalmente, el miércoles de ceniza también marca el último día de la celebración de los carnavales y varía cada año según la fecha en la cual se celebra la Semana Santa.
