Ya estamos atravesando los últimos meses del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues el próximo 2 de junio los mexicanos saldrán a las urnas para elegir a una nueva o nuevo mandatario. Es por esto que AMLO ya anunció cuál será su último acto oficial como mandatario: la conmemoración del 214 aniversario de la Independencia de México, el 15 de septiembre.
Este será su último acto porque el 1 de octubre, López Obrador deberá ceder el mando presidencial a quien resulte electa o electo el 2 de junio. Esto significa que, a diferencia de sus predecesores, AMLO dejará el poder con dos meses de anticipación, pues anteriormente las sucesiones presidenciales se hacían el 1 de diciembre, no en octubre.
Con esto, el sexenio de AMLO no sería de 72 meses como con otros presidentes, sino de 70. No es una decisión hecha por el propio presidente o algo que se haya dado durante su administración, sino que obedece a una serie de reformas que se lograron en materia electoral durante el mandato de Enrique Peña Nieto.
¿Por qué durará menos el sexenio de AMLO?
AMLO entró en funciones el 1 de diciembre de 2018 y su mandato será el primero en la historia que dure dos meses menos, ya que el 10 de febrero del 2014, hace poco más de diez años, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) una reforma constitucional al artículo 83, con lo que modificó el tiempo que duraría el mandato presidencial.
Antes se leía de la siguiente manera: “El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1o. de diciembre y durará en él seis años. El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino o substituto, o asuma provisionalmente la titularidad del Ejecutivo Federal, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”.
Tras dicha reforma, el artículo 83 quedó de esta manera: “El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1o. de octubre y durará en él seis años. El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente…”
La razón de que se haya hecho este cambio es porque se consideraba que el tiempo de transición entre un mandatario y otro era poco eficiente para la planeación de las acciones de gobierno y, más importante, para la estructuración del Presupuesto de Egresos de la Federación del año siguiente. Así, el mandatario electo entraría en funciones dos meses antes de que se haga dicha planeación y se adecuará a su plan de gobierno desde el primer año.
Aunque la reforma se publicó en el DOF en 2014, mientras todavía estaba Peña Nieto, no aplicó para la transición con AMLO debido a que en 2012, cuando el priista rindió protesta, aún estaba vigente la reforma del mismo año en la que se establecía que los sexenios iniciaría el 1 de diciembre, por lo que él fue el último en terminar su sexenio ese día.
Por último, estas modificaciones también permearon en la Ley Federal del Trabajo (LFT), ya que a partir del 2024 el 1 de octubre también será un día feriado, al menos cuando haya transición presidencial, por lo que los trabajadores formales de todo el país podrán gozar de un día más de descanso obligatorio.
Es por esto que el anuncio de AMLO de que su último acto oficial se llevará a cabo el 15 de septiembre obedece a las reformas promulgadas hace diez años. Dos semanas después de esto, él mismo estará en el Congreso de la Unión entregando la banda presidencial en lo que podría ser un acto histórico, ya que podría ser la primera vez que se le da la investidura a una mujer, ya sea Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez, las más adelantadas en las encuestas.