Proceso electoral 2024: ¿qué pasa si no acepto ser funcionario de casilla?

Proceso electoral 2024: ¿qué pasa si no acepto ser funcionario de casilla?

Foto: Enfoque

Las elecciones de 2024 en México se acercan y el Instituto Nacional Electoral (INE) ya busca a los ciudadanos que serán funcionarios de casilla, es decir, los encargados de recibir y contar los votos de sus vecinos el día de la jornada electoral.

 

Sin embargo, no todos los ciudadanos están dispuestos a asumir esta responsabilidad cívica, y algunos incluso la rechazan abiertamente. ¿Cuáles son las principales causas de este fenómeno?

 

Según el INE, se requieren más de 1,530,000 ciudadanos para conformar las 170,000 Mesas Directivas de Casilla que se instalarán en todo el país.

 

Para elegir a estos ciudadanos, el INE realiza varios sorteos basados en el listado nominal, el mes de nacimiento y la primera letra del apellido paterno.

 

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El último sorteo se llevó a cabo el 6 de febrero y los ciudadanos seleccionados fueron notificados por 42,657 capacitadores asistentes electorales, quienes visitaron sus domicilios entre el 9 de febrero y el 31 de marzo.

 

Sin embargo, no todos los ciudadanos notificados aceptaron la encomienda del INE y en procesos electorales pasados se han detectado algunos de los motivos más frecuentes para rechazar ser funcionario de casilla.

 

Falta de interés o apatía política

 

Algunos ciudadanos consideran que las elecciones no les afectan o que su voto no hace la diferencia, por lo que no les interesa participar en el proceso electoral como votantes ni como funcionarios de casilla.

 

Desconfianza o rechazo hacia las autoridades electorales

 

Algunos ciudadanos creen que el INE no es un órgano imparcial o que las elecciones están manipuladas o amañadas, por lo que no quieren colaborar con el organismo ni legitimar el resultado electoral.

 

Temor a la violencia

 

Algunos ciudadanos temen que el día de la elección se presenten incidentes de violencia o inseguridad, ya sea por parte de grupos delictivos, de militantes partidistas o de manifestantes inconformes, algo que ya ha ocurrido en Puebla y es más latente en otros estados de la república.

 

Incompatibilidad con el trabajo o con la vida personal

 

Algunos ciudadanos argumentan que no pueden ser funcionarios de casilla porque tienen que trabajar ese día, porque tienen que cuidar a sus hijos o a sus familiares, o porque tienen algún compromiso personal o profesional que no pueden posponer.

 

¿Hay un salario o multas si no acepto?

 

Ante estas situaciones, el INE tiene la facultad de aplicar sanciones a los ciudadanos que no cumplan con su obligación de ser funcionarios de casilla, que se limita a una amonestación pública, lo cual tampoco es visto como grave y quizá por ello muchos decidan aceptar la sanción.

 

Sin embargo, el INE también reconoce que hay casos en los que los ciudadanos tienen causas justificadas para no participar, como enfermedad, discapacidad, embarazo, residencia en el extranjero o pertenencia a alguna comunidad indígena que tenga sus propias formas de organización política.

 

Por otro lado, el INE también ofrece algunos incentivos a los ciudadanos que aceptan ser funcionarios de casilla, como un apoyo de 380 pesos por concepto de alimentación y transporte el día de la elección.

 

Además, el INE gestiona con las empresas y los patrones para que los funcionarios de casilla no tengan descuentos ni sanciones en sus salarios o prestaciones por ausentarse de sus labores ese día.

 

El INE también entrega a los funcionarios de casilla una constancia de participación que acredita su cumplimiento con el servicio cívico electoral, y que puede ser útil para fines académicos, laborales o personales.

 

Los funcionarios de casilla son los protagonistas del proceso electoral, ya que son los responsables de garantizar que la votación se desarrolle de manera libre, secreta, pacífica y ordenada, y que el escrutinio y cómputo de los votos se haga de manera transparente, precisa y confiable.

 

De este modo, el INE busca convencer a los ciudadanos de que ser funcionario de casilla es una oportunidad para ejercer su ciudadanía, para participar activamente en la vida pública y para fortalecer la democracia en México; sin embargo, también depende de la voluntad, el compromiso y la responsabilidad de cada ciudadano el aceptar o no esta encomienda.

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