Bolsas de nicotina, el nuevo producto que preocupa por su potencial adictivo

Bolsas de nicotina, el nuevo producto que preocupa por su potencial adictivo

Foto: FreePik

Las bolsas de nicotina son un nuevo producto que se está popularizando en varias partes del mundo como un supuesto reemplazo de los cigarros, vapeadores o hasta del café, que comúnmente se asocian a sustancias desestresantes, aunque se ha dejado de lado el potencial adictivo que generan.

 

Se trata de pequeñas bolsitas que contienen nicotina, saborizantes y otros ingredientes, y que se colocan entre el labio y la encía para obtener una dosis de nicotina sin fumar ni masticar tabaco.

 

Estas bolsas, que se inspiran en el snus sueco, un producto derivado del tabaco de consumo oral, se han popularizado en los últimos años en algunos países europeos, como Dinamarca, Reino Unido o Eslovaquia, donde se venden como una alternativa al tabaco tradicional.

 

Las bolsas de nicotina se presentan con diferentes sabores, como menta, frutas, café o regaliz, y con distintas concentraciones de nicotina, que pueden llegar hasta los 20 miligramos por bolsa, lo que equivale a más de un cigarrillo.

 

Estas características pueden hacer que las bolsas de nicotina resulten atractivas y accesibles para los adolescentes, que pueden iniciarse en el consumo de nicotina o combinarlo con otras formas de tabaco o vapeo.

 

Riesgos a la salud por adicción

 

Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud ya ha expresado su preocupación por este nuevo producto, que plantea graves problemas de salud pública y representa un reto cada vez mayor para el mercado interior.

 

Según se argumenta, las bolsas de nicotina no están reguladas como uno de los productos del tabaco, ya que no contienen hojas de tabaco, por ello se está estudiando cómo abordar su situación legal y sanitaria.

 

Los defensores de las bolsas de nicotina argumentan que son una forma de reducción de daños, ya que contienen menos carcinógenos y toxinas que el tabaco y no generan humo ni cenizas.

 

Además, afirman que pueden ayudar a los fumadores a dejar de fumar o a reducir su consumo de cigarrillos; sin embargo, los expertos advierten de que las bolsas de nicotina no son inocuas, ya se tarta de uba una sustancia adictiva que puede provocar dependencia, tolerancia y síndrome de abstinencia.

 

Asimismo, alertan de que las bolsas de nicotina pueden causar efectos adversos en la salud bucal, como irritación, inflamación, úlceras o gingivitis, y en el sistema cardiovascular, como aumento de la presión arterial, la frecuencia cardíaca o el riesgo de arritmias.

 

Además, los críticos de las bolsas de nicotina denuncian que se trata de una estrategia de la industria tabacalera para captar nuevos consumidores, especialmente entre los jóvenes, aprovechando el vacío legal y la falta de información sobre sus riesgos.

 

Quién más ha avanzado en su regulación es la Comisión Europea, la cual busca armonizar la legislación sobre las bolsas de nicotina y garantizar la protección de la salud pública y de los consumidores.

 

Algunos países, como Alemania, Países Bajos o Bélgica, ya han prohibido o restringido la venta de estas bolsas, mientras que otros, como Suecia, son el principal mercado de este producto en Europa.

 

Mientras tanto, los expertos recomiendan a los usuarios de las bolsas de nicotina que sean conscientes de su potencial adictivo y de sus efectos en la salud, y que busquen ayuda profesional si quieren dejar de consumir nicotina.

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