En medio de los debates sobre la regulación del uso de teléfonos inteligentes en escuelas, sicólogos y especialistas alertaron sobre las consecuencias negativas del uso excesivo de estos dispositivos en la salud mental de los menores, destacando problemas como la sensación de soledad y tristeza como principales secuelas.
Antonio Rial, sicólogo y profesor de la Facultad de Sicología de Compostela, España, respaldó la limitación de tiempo frente a las pantallas en los menores, argumentando que el abuso de los teléfonos inteligentes desde edades tempranas genera conflictos emocionales, menor integración social, peor rendimiento académico y mayor nivel de depresión y soledad.
????????♀️ En la subdelegación del Gobierno de A Coruña seguimos trabajando para mejorar la implantación del #PlanDirector de Convivencia Escolar del @interiorgob. Nos reunimos con el profesor de Psicología Social de la @UniversidadeUSC Antonio Rial para conocer su visión y valoración. https://t.co/nSU0S2eGu5 pic.twitter.com/1JzMPR8MSH
— María Rivas (@MRivasL) January 29, 2024
Actualmente, en España, varias comunidades prohibieron el uso del teléfono en institutos y colegios como medida para prevenir el acoso escolar y mejorar la concentración de los menores en las actividades educativas. Rial celebró esta decisión, señalando que los móviles en manos de niños afectan su rutina diaria y la bioquímica cerebral.
El debate sobre el uso de estos dispositivos en las escuelas se volvió tendencia en la comunidad y el gobierno español propuso una medida común para todos los territorios. Ante esta situación, expertos y entidades sanitarias, como la Asociación Española de Pediatría, instan a imponer límites y restricciones en el uso de teléfonos, sugiriendo la prohibición para menores de 16 años, considerando los efectos nocivos en la salud mental.