En un mundo donde la mayoría sigue el Calendario Gregoriano y está en el año 2024, Etiopía destaca por su uso del calendario de la Iglesia Ortodoxa Etíope. Con 13 meses en lugar de los tradicionales 12, este calendario tiene un último mes llamado “Pagume”, que varía entre 5 y 6 días, dependiendo de si el año es bisiesto.
Además, a diferencia del estándar internacional, el país africano divide su día en dos franjas horarias de 12 horas, comenzando a las 06:00. Esto significa que el mediodía y la media noche son las seis en punto en la hora etíope, una particularidad que puede llevar a confusiones horarias.
La celebración del año nuevo en Etiopía, conocida como Enkutatash, no coincide con la fecha global del 1 de enero, sino que tiene lugar el 11 de septiembre según el calendario gregoriano. Durante esta festividad, los etíopes celebran con trajes tradicionales, intercambian regalos y se reúnen en familia para dar la bienvenida al nuevo año, marcando el año 2016 en su calendario.
La peculiaridad temporal de Etiopía tiene raíces en su resistencia a la colonización. A pesar de dos intentos por parte de Italia en 1895 y durante la ocupación fascista de Mussolini en 1936, Etiopía logró mantener su independencia, preservando así sus costumbres, incluido su distintivo sistema de tiempo y calendario.