El PRI en Puebla pierde fuerza en la alianza opositora… si es que alguna vez la tuvo

El panorama político en Puebla se sigue moviendo de cara a la jornada electoral del próximo 2 de junio, en la que se estarán en disputa prácticamente todos los cargos de elección popular locales y federales. En este sentido, los integrantes de los partidos políticos se mueven e incluso renuncian a su militancia de décadas; el caso más notable es el del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Al interior del Congreso del Estado, la bancada del PRI se fue desmoronando poco a poco hasta que oficialmente quedó reducida a un solo integrante, luego de que eran la tercera fracción legislativa más grande del estado. El tricolor contaba con un total de siete legisladores, pero hoy cinco anunciaron su renuncia para la creación de un “Grupo Plural”, sumado a la deserción de otra diputada en días recientes.

El 15 de enero, la diputada Silvia Tanús Osorio anunció su renuncia al PRI luego de más de 50 años de militancia. A ella se sumaron hoy los diputados Jorge Estefan Chidiac, otrora coordinador de la bancada, así como Adolfo Alatriste Cantú, Juan Enrique Rivera Reyes, Norma Shirley Reyes Cabrera y Laura Ivonne Zapata Martínez, quienes dejaron solo al diputado y dirigente Néstor Camarillo Medina.

Presuntamente, su partida sería para buscar cabida en otros partidos, como Morena y sus aliados, PT y Verde Ecologista. Semanas antes se comentaba que Chidiac podría ir al Verde para llegar a una diputación federal. En respuesta, Camarillo Medina los tachó de “chantajistas” y a uno de ellos, sin precisar quién, le dijo traidor.

Por si su deserción no fuera suficiente, los ahora expriistas se van del partido justo el día en que el dirigente nacional, Alejandro “Alito” Moreno, vino a la ciudad para dar la constancia de candidato a la gubernatura al panista Eduardo Rivera Pérez.

Esta es precisamente una de las denuncias que hicieron los diputados, pues afirman que su partido no opuso resistencia ante el acaparamiento de candidaturas por parte de su aliado, el PAN. Si bien esta fue sólo una movida al interior del Congreso, en los hechos, la huida de priistas a otros partidos se ha vuelto una constante los últimos meses en Puebla, y prueba de ello es la adhesión de sus cuadros a Morena.

El caso más notable y que genera más controversia es el del empresario José Chedraui Budib, quien salió del tricolor para ir al partido oficialista en aras de conseguir la candidatura en Puebla capital. Junto a él otros militantes del tricolor han huido para buscar refugio en otros institutos, lo que solo debilita a un PRI que buscará, junto al PAN, recuperar la gubernatura de Puebla este año.

Un PRI que ha venido a menos en la alianza

Aunque todavía se le reconoce como una de las principales fuerzas opositoras, el PRI en Puebla ha venido a menos dentro de la alianza “Mejor rumbo para Puebla”, en la que también están el PAN, PRD y PSI. De cara a las elecciones de este año, ni siquiera tuvieron a un perfil fuerte que aspirara a la gubernatura, lo mismo que en la capital, pues en ambos casos los abanderados de la alianza serán panistas.

Asimismo, en las últimas elecciones estatales el partido ha quedado relegado al tercer puesto, detrás del PAN y de Morena. En el Congreso también ha disminuido su presencia, pues aunque hoy quedarán con un solo legislador, antes sólo tenía siete, pero entre 2018 y 2021 sólo contaban con cuatro.

Ahora, el PRI se queda sin perfiles como Jorge Estefan Chidiac que era uno de los principales liderazgos del partido y operadores, lo que podría debilitarlos de cara a los comicios de este año. En este contexto, el PRI debe aportar a la alianza opositora los votos necesarios para ganar a Morena.

Durante las últimas elecciones estatales del 2018 y 2019, el PRI quedó en tercer sitio y apenas pudo superar el medio millón de votos. El 2 de junio llegará como parte de la alianza, pero disminuido en fuerza y sin sus principales liderazgos, en lo que será una de las elecciones más disputadas.