La Suprema Corte de Justicia de México notificó el 25 de enero un fallo que autoriza reanudar las corridas de toros en la Plaza México, en la capital del país, al denegar una solicitud de amparo judicial solicitada por una asociación protectora de animales, más de año y medio después de suspender dichos eventos.
"Se niega la suspensión definitiva a Justicia Justa Asociación Civil" y se declaró infundado un recurso de revisión presentado, esto dentro del expediente 2/2023, en lo que se refiere a la revisión de un incidente de suspensión.
La demanda judicial llega a su fin, con lo cual el próximo domingo 28 ha sido programado el primer cartel taurino en la plaza más grande del mundo para esos eventos, con capacidad para entre 40.000 y 50.000 aficionados.
En mayo de 2022, un juez federal otorgó un amparo judicial a la asociación con lo que consideran "maltrato de animales" y ordenó la suspensión de corridas de toros en la arena localizada en el sur de la capital.
El magistrado consideró en su dictamen en primera instancia que "los toros son objeto de tratos crueles", y otorgó un amparo judicial solicitado, que se elevó al máximo tribunal, donde fue anulado.
El fallo y la tradición
La Segunda Sala de la Corte dio a conocer un fallo que pone fin al litigio sobre esos espectáculos con toros de lidia que se remontan a la época colonial mexicana.
Los jueces votaron por unanimidad que fuera revocada la suspensión otorgada a la Asociación Civil Justicia Justa, a través de una lista de acuerdos.
La Corte avaló el proyecto presentado por la ministra del máximo tribunal, Yasmín Esquivel.
La sentencia fue notificada in extremis, tres días antes de que comiencen los eventos taurinos programados en la Plaza de Toros, a pesar del proceso judicial en marcha.
Los empresarios taurinos suspendieron las populares corridas originadas en la tradición española, muy acendrada en México durante siglos.
La primera corrida de toros en el antiguo virreinato de la Nueva España se celebró en 1529, en una plaza donde ahora se localiza la plaza principal del zócalo, frente al Palacio nacional y la Catedral Metropolitana, según el portal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El 6 de diciembre pasado, la Segunda Sala de la Corte aprobó por unanimidad revocar la suspensión concedida por el mencionado juez federal, Jonathan Bass, a favor de la organización Justa Justicia.
El juez concedió la suspensión al considerar que las corridas de toros transgreden el derecho al medio ambiente sano, mediante el maltrato de los animales.
Tras una impugnación contra dichas medidas elevada por los empresarios taurinos y ganaderos, el caso llegó a la Suprema Corte.
La empresa La México, administradora de la gigantesca arena, respondió al fallo y agotó todas las instancias legales posibles para defender la tradición de la tauromaquia.
"La Plaza México, orgullosamente la más grande del mundo, confía en que la Tauromaquia seguirá adelante proveyendo empleo y forjando nuestra identidad", dijo la empresa cuando emprendió el juicio con un pronunciamiento público.
Los organizadores de las corridas de toros afirman que el espectáculo respeta "los derechos y preferencias de cada persona, alejada de visiones individualistas que afectan nuestras tradiciones y valores culturales".
En la plaza inaugurada en 1946 continuaron los "eventos no taurinos", y los partidos políticos la utilizan para mítines proselitistas de campañas electorales o conciertos musicales.
Esos eventos de tauromaquia también se hicieron recurrentes desde 1535 para conmemorar, por tres días, la llegada de un nuevo virrey a la Nueva España, documenta el INAH.
El instituto estatal reseña que la tauromaquia es una tradición que ahora genera opiniones divididas entre seguidores y detractores.
Unos aplauden con vítores a los toreros que se juegan la vida con capotes en cada corrida, a pie o a caballo.
Otros claman por su desaparición, conmovidos por el sufrimiento infligido a los toros con banderillas y lanzas clavadas para provocar las embestidas, y la muerte final con espadas o a descabello.