Ayer, Ernesto Zedillo visitó México para ser orador en un evento privado de Actinver, vive en Estados Unidos (New Haven, Connecticut) desde que terminó su sexenio y se ha mantenido más o menos alejado de la vida política nacional. El presidente Andrés Manuel aprovechó para hacerle algunas preguntas, pero pareciera que ofendió a la oposición que más bien son odiadores recalcitrantes. Y es que una cosa es odiar a AMLO y otra es llegar a defender a Zedillo. Aquí dejamos algunos datos comparativos para que, después de 30 años, no olvidemos.
Ernesto Zedillo Ponce de León fue presidente de 1994 a 2000, candidato por el PRI para sustituir a Luis Donaldo Colosio (asesinado durante la campaña), Zedillo tuvo la consigna de continuar las “reformas estructurales” que habían sido mandatadas en el Consenso de Washington para aplicar las políticas neoliberales iniciadas con Miguel de la Madrid y Carlos Salinas.
A tan sólo 20 días de haber tomado posesión, devaluó la moneda 66% (igual que Milei en Argentina); esta devaluación benefició a unos cuantos empresarios cercanos al régimen que compraron intempestivamente dólares en días previos (les habían avisado) a esto le han llamado el error de diciembre. La devaluación generó una alta inflación que desplomó el poder adquisitivo de los salarios, aumentó el endeudamiento de las familias y disparó la cartera vencida de los bancos porque muchos deudores se volvieron insolventes.
Para “rescatar” al sistema bancario, Zedillo convirtió la deuda privada en pública a través del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA) que absorbió las pérdidas por 552 mil millones de pesos. La iniciativa de ley para el rescate bancario fue apoyada por la bancada príista y panista, Felipe Calderón era el presidente del PAN (allí surgió el maridaje PRIAN). Pero el pequeño deudor no se salvó, aun con el FOBAPROA, el banco embargó autos, casas y empresas que tenía como garantía, muchas familias perdieron su patrimonio. Los grandes deudores, que sí se beneficiaron, permanecieron en una lista secreta que publicó Andrés Manuel en 2006 cuando era presidente del PRD, entre los favorecidos estaban empresas relacionadas con Fox y Salinas Pliego (los mismos que hoy hacen campañas negras contra el gobierno).
Además de la pobreza generada, Zedillo lleva las manos manchadas de sangre por las matanzas de Acteal y Aguas Blancas. Ahora la oposición defiende a Zedillo diciendo que él sí estudió economía, ¿será? La siguiente tabla muestra un comparativo de los datos duros macroeconómicos entre Zedillo y Andrés Manuel, ¿quién se ha desempeñado mejor?
Tabla 1. Comparativo de los desempeños sexenales
Elaboración propia
Como ya hemos señalado, con Zedillo nuestra moneda perdió poder de compra, el peso se devaluó más de 174%, en cambio, con AMLO el peso se ha apreciado 15%. La inflación con Zedillo acumuló más del 222% mientras que el salario sólo creció 148%, fueron épocas difíciles para todos. Con AMLO, aún frente a la pandemia mundial, la inflación suma 28% y los salarios crecieron 181%, como ningún país en este periodo.
El crecimiento del PIB fue mayor con Zedillo, pero hay que señalar que hace 30 años la economía mundial marchaba diferente, hoy el mundo vive una dura recesión y aun así México ha crecido más que los demás países, escalamos 3 lugares en el ranking del FMI y eso se refleja también en el número de puestos de trabajo que se han creado, mayor que con Zedillo.
Una de las mentiras que circula recientemente es que la deuda ha crecido más con AMLO, aquí demostramos que en este sexenio la deuda total acumula un aumento de 35%, pero con Zedillo fue de 129%. Además, destacamos que, debido a la apreciación del peso, la deuda externa ha disminuido casi 1%, con Zedillo aumentó 27%. Y ya que está de moda hablar de gasolinazos, con Zedillo el precio nominal de la gasolina aumentó 114%, en este sexenio sólo 15%.
Habría que agregar dos oposiciones más: Zedillo privatizó 17 mil kilómetros de vías de ferrocarril, favoreciendo a una empresa que después le dio trabajo, ¡inmoral! En cambio, AMLO ha construido más de 1,700 kilómetros para comunicar a los estados históricamente olvidados. Zedillo privatizó los fondos de jubilaciones y pensiones creando cuentas individuales llamadas AFORES (Ley 1997) que es causa que las personas recién jubiladas reciban entre el 20 y 30% del salario que tenían en activo. AMLO propondrá el 5 de febrero una reforma para que las jubilaciones sean del 100% del salario.
Invitamos a aquellos que se digan economistas serios a debatir estos datos; que no se nos olvide lo que pasó y que los jóvenes tengan memoria histórica para que ¡no vuelvan los neoliberales, jamás!
*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
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