Doña Marta, una mujer de 39 años, comparte una casa de apenas tres habitaciones con sus 20 hijos, enfrentándose a problemas diarios para coordinar las tareas y garantizar su bienestar. En una entrevista, Marta confesó su inusual estrategia para recibir apoyo económico del Gobierno, revelando que decidió quedar embarazada de 20 hombres diferentes en los últimos años como un "negocio".
La mujer explica que recibe beneficios financieros del Gobierno por cada hijo, obteniendo entre 76 a 81 dólares por los mayores, y un bono adicional de alrededor de 30 dólares por los más pequeños. A pesar de la gran responsabilidad de criar a tantos hijos, Marta considera que el "negocio" es tan "rentable" que se niega a dejar de quedar embarazada.
“Yo lo tomo a esto, mami, como un negocio… sí, prácticamente. La verdad es que, como el Gobierno me ayuda por cada niño, entonces yo recibo un dinerito por cada niño”, explicó Doña Marta.
La vivienda de la familia es descrita como pequeña y abarrotada, con los niños teniendo limitaciones en cuanto a espacio para jugar y aprender sobre privacidad. Marta reconoce las dificultades de mantener a la familia y cómo en ocasiones se ve obligada a improvisar con alimentos asequibles como huesos para sancochos y frijoles. Además, reveló que envía a sus hijos al colegio con la ayuda del Gobierno o buscando apoyo político en su localidad, aunque la prioridad no siempre es la educación.
“Es complicado, a veces me toca hacer esas olladas de sopa, yo voy a la galería y consigo de esos huesitos baratos y hago sancochos, frijoles para todos, pero cuando no tienen dinero comen poquito. Ellos ya saben, el día que hay comen bien y si no, pues comen lo que haya, poquitico”, comentó Doña Marta.
A pesar de los problemas, Marta se sostiene en su decisión de seguir dando a luz hasta que su cuerpo "le dé", enfocándose en mantener la unidad familiar a pesar de las salidas de los hijos mayores.