La conexión especial que muchos dueños desarrollan con sus mascotas lleva a expresiones de cariño únicas, pero la británica Jess Porter-Langson llevó esto a otro nivel tras decidir preservar la memoria de su hámster, Hammington, de una manera poco convencional. Después de la muerte de su pequeño compañero, Jess optó por la taxidermia y encargó una obra especial a Bea Ostrowska, una taxidermista conocida por sus figuras de ratones disecados con estética macabra.
La petición de Jess fue extraordinaria, quería que su hámster estuviera inmortalizado bailando en una barra de striptease. "Ni siquiera sé de dónde vino eso del hámster de striptease, pero pensé: ¿qué es más icónico que un hámster en un poste de striptease buscando dinero?", comentó Ostrowska.
El resultado es un curioso ratón que descansa a lado de la cama de Jess, aferrado a una barra de pole dance, vistiendo una diminuta tanga rosa rodeado de pequeños billetes. Esta peculiar obra de taxidermia atrajo la atención por creatividad y extravagancia.
Hammington vivió una vida plena según su dueña y falleció a la respetable edad de tres años en agosto pasado mientras dormía. Jess, al compartir su idea con amigos, recibió apoyo para llevar a cabo la peculiar obra de taxidermia. Aunque algunos podrían cuestionar la moralidad de la decisión, Jess considera que era la forma perfecta de honrar a su querido hámster, invirtiendo 220 dólares en este inusual tributo.