Inseguridad y violencia, fenómenos que afectan directamente a la democracia en México

El dirigente de Morena, Mario Delgado Carrillo, hizo saber que los candidatos de su partido no usarán servicios extra de seguridad, de cara al proceso electoral que ya está en marcha y que culminará con las elecciones del 2 de junio. Esto se da en un contexto en el que la inseguridad también golpea a los aspirantes a cargos de elección popular, sin importar el color de su partido o ideología.

Mario Delgado aseguró que “no es necesario” que a los candidatos de Morena se les aplique algún operativo de seguridad, ya que la única a la que se le dará este beneficio será a la precandidata presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo. Es así como los aspirantes a gubernaturas, presidencias municipales, senadurías y diputaciones locales y federales quedarán sin ningún tipo de protección en el país.

Sin embargo, en los hechos en México como la inseguridad, también se ha acuñado como un problema para los políticos, pues en los últimos años no han sido pocos los candidatos asesinados en todo el país. La violencia en México ha empañado los procesos electorales, lo que golpea directamente a la democracia desde hace varios años.

Por ejemplo, un estudio titulado “Candidatos asesinados en México, ¿competencia electoral o violencia criminal?”, detalla que la tasa de homicidios a nivel nacional durante el primer semestre del 2018 fue de 29.27 por cada 100,000 habitantes, esto para la población general, mientras que para los candidatos que participaron en el proceso electoral 2017-2018, el más grande de la historia hasta hoy, fue mayor.

En ese momento, la tasa de homicidios de candidatos fue de 55.39 por cada 100,000, es decir, casi el doble que el de la población general. Esto se debe a que entre el inicio de las precampañas, el 8 de septiembre del 2017, y el fin de las campañas el 27 de junio del 2018, fueron asesinados 48 precandidatos y candidatos a cargos de elección popular.

De acuerdo con el estudio, los candidatos asesinados se repartieron de la siguiente manera: 12 del PRI, 11 del PRD, seis de Morena, el partido de Mario Delgado, más los cinco del PAN y los cinco de Movimiento Ciudadano, tres independientes, dos del Partido Verde, dos del PES, uno más del PT y otro de un partido desconocido.

Sin embargo, con el paso de los años, este número no ha hecho más que crecer, ya que la inseguridad se sigue enraizando y modificando ampliamente la forma en que se vota. El análisis titulado “Votar entre balas” de Data Cívica, revela que desde el 2018 a la fecha se han registrado 1,610 ataques, asesinatos, atentados y amenazas a candidatos, sus simpatizantes, familiares o trabajadores de gobierno.

Estos ataques se centraron en los aspirantes a cargos en municipios, ya que en este orden se dieron 657 hechos, mientras que para los estados hubo 126 hechos violentos y en el orden federal se registraron solamente 35 casos.

Los estados más violentos para el desempeño de los procesos político-electorales son, en primer lugar, Guerrero, donde se concentra el 11.3% de los ataques, un total de 117 eventos. En segundo sitio se encuentra Guanajuato, donde se dieron 110 hechos violentos. Finalmente, en el tercer lugar está Veracruz, entidad en la que se han registrado 102 eventos de violencia electoral.

El último reporte del estudio revela que hasta noviembre del 2023, el instituto político que más ataques sufrió fue precisamente Morena, ya que sus aspirantes, simpatizantes, funcionarios, dirigentes fueron víctimas de 25 atentados. En total, se dieron 15 asesinatos de morenistas, además de seis ataques armados, una víctima de desaparición y tres atentados. En esto se incluyen ataques contra las personas, pero también contra las instalaciones del partido.

Los dos casos más recientes de aspirantes ultimados son el de Ricardo Taja, el morenista que pretendía llegar a una diputación federal por el estado de Guerrero. A él lo asesinaron el 21 de diciembre del 2023, incluso antes de que empezaran las precampañas. Luego, el 14 de enero asesinaron a la activista trans de Morena, Samantha Fonseca, quien aspiraba al Senado como representante de la CDMX.

Estos hechos, en los que tantos precandidatos y candidatos han sido asesinados, refieren que los procesos electorales no escapan de la violencia que aqueja a todo el país. De acuerdo con el primer estudio citado, algunos casos han dejado duda sobre el móvil de los homicidios, pero en la mayoría se evidencia que son debido al fenómeno generalizado de la violencia y del incontrolable crecimiento de los grupos del crimen organizado.