El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) confirmó este 17 de enero que un buque granelero de propiedad estadounidense fue atacado por los hutíes de Yemen en el golfo de Adén.
La agresión fue realizada con un dron lanzado desde la zona de Yemen que controlan los hutíes en contra del barco M/V Genco Picardy, el cual portaba bandera de las Islas Marshall, detallaron las autoridades del país norteamericano.
Los hechos ocurrieron a las 20:30 horas (hora de Saná) y la embarcación era propiedad y era operado por Estados Unidos, de acuerdo con el CENTCOM.
"No hubo heridos y se reportaron algunos daños", indicó.
Horas antes, el movimiento Ansarolá (hutíes) informó sobre dicho ataque y precisó que este se llevó a cabo no con un dron, sino con misiles antibuque.
En los últimos días ha habido intercambios de fuego entre los rebeldes de Yemen y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y el Reino Unido, luego de que el grupo de los hutíes anunciara que iba a atacar todos los barcos que beneficiaran a Israel, en represalia por la ofensiva que el país hebreo mantiene en la Franja de Gaza contra Hamás y contra la población palestina.
La crisis en el mar Rojo y en las zonas marítimas aledañas ha provocado consecuencias negativas en los flujos comerciales del Oriente Medio, un punto clave para el buen funcionamiento del comercio global y las cadenas de suministro.
El más reciente indicador de comercio del Instituto Kiel correspondiente al mes de diciembre revela que el volumen de contenedores transportados en el mar Rojo se desplomó en más del 50%. Además, como consecuencia de la inestabilidad geopolítica, han aumentado los costos de flete y el tiempo de transporte en el tráfico de mercancías entre Asia Oriental y Europa. Los buques ahora tienen que rodear África y el Cabo de Buena Esperanza, un desvío que lleva entre 7 y 20 días más de tiempo.
