En días recientes, el presidente Andrés Manuel López Obrador se enfrascó en una serie de dichos con el comediante y comentarista político Víctor Trujillo, quien da vida al personaje que le dio reconocimiento a nivel nacional, el payaso “Brozo”. Esta figura, que inició como un cómico político, hoy se instaura como uno de los mayores críticos del mandato de AMLO que causa escozor en la 4T.
El pasado fin de semana, Brozo publicó un video en el que refiere que en la jornada electoral de este año solo hay dos opciones: la democracia, hablando de Xóchitl Gálvez Ruíz, y la dictadura, haciendo alusión a AMLO y Claudia Sheinbaum. Como era de esperarse, el mandatario respondió en su mañanera afirmando que “si fuera un dictador él no podría decir todo lo que dice en sus programas”.
Así, durante estos más de cinco años de gobierno de la Cuarta Transformación, Brozo se ha erigido como uno de los mayores rivales y críticos de AMLO y de sus aliados, como Claudia Sheinbaum, la favorita a sucederlo en el poder. Esto no es algo que se dio de un día para otro, ya que el encargado de darle vida, Trujillo, pasó por múltiples cambios en su recorrido hasta hoy.
¿Cómo ha sido la historia de Brozo?
Brozo, mas no Víctor Trujillo, nació en la cárcel de Santa Martha Acatitla, donde su madre, Brozamaría, lo parió estando presa. Posteriormente, cuando recuperó su libertad lo dejó en la prisión y no fue hasta su adolescencia cuando intentó volver a verla sin éxito, ya que fue asesinada por narcotraficantes, por lo que tuvo que vivir en las calles, o al menos es la historia que se ha contado del origen del personaje.
El objetivo de Brozo era ser precisamente una antítesis del famoso payaso “Bozo”, quien se distinguía por ser cordial y amigable; en contraste, Brozo es el “payaso tenebroso”, grosero y con crítica política que impacta en toda la realidad del país. Su primera aparición en medios de comunicación fue en 1988 en el programa “La Caravana”, donde adaptó obras clásicas de niños, claro, con su estilo y humor.
Luego se dio a conocer en el que ha sido su programa más exitoso, “El Mañanero”, que se estrenó primero en Grupo ACIR en 1994, y luego en Televisa a inicios de los 2000. Contrario a lo que muchos pensaron, su mudanza a Televisa no resultó en que “se vendiera”, ya que ahí continuó con la misma línea editorial crítica y sin censura ante los señalamientos a los políticos más poderosos.
Este programa se caracterizó por ser de índole noticioso, pero con el humor y la crítica tan ácida y contundente de Víctor Trujillo a través de Brozo. Ahí hacía burla de todos los políticos, en especial de los del PRI y el PAN, que en ese momento eran los dominantes en México. Con el surgimiento de AMLO como la izquierda y oposición, también se volvió un blanco de Brozo.
Fue uno de los primeros en exhibir la corrupción de uno de los más allegados al presidente López Obrador, pues en 2004 durante una entrevista, Brozo recriminó a René Bejarano por sus videoescándalos, en los que se le veía recibiendo fajos de billetes. En 2006, también tuvo la oportunidad de entrevistar cara a cara al propio AMLO, esto en el margen de las campañas presidenciales de ese año.
Entre bromas, indirectas y albures, Brozo encaró al entonces candidato y, desde ahí, ya le cuestionaba si se manejaría como un dictador en caso de llegar a la presidencia. En ese momento AMLO solo respondió que sería demócrata, que respetaría las disidencias, las diferentes formas de pensar y la libertad de expresión, pero no terminaría siendo un dictador.
Muchos años después, en 2019 cuando López Obrador ya era presidente, Brozo siguió con las críticas, empezando por las mañaneras y lo que llamó “el elenco fijo” que siempre había, refiriéndose a los reporteros que adulan al mandatario en sus preguntas. En noviembre de ese mismo año, Brozo anunció que saldría del aire su programa El Mañanero, pero no dejó los medios de comunicación, ya que en 2020 se incorporó a LatinUs, propiedad del ex candidato presidencial Roberto Madrazo.
Ya en LatinUs se hizo un recurrente crítico de Andrés Manuel López Obrador y de todo lo que tuviera que ver con la 4T. Junto a él se ve con frecuencia a Carlos Loret de Mola, otro de los mayores críticos que, desde ese medio, ha expuesto varios escándalos que golpearon al presidente, como la “Casa Gris” del hijo mayor de AMLO, José Ramón López Beltrán.
Ya en 2024, Brozo todavía se erige como un referente del humor político y social en México, pero más distinguido, un férreo comentarista de la 4T y de AMLO, a quien sigue llamando “dictador”, a casi 20 años de aquel encuentro del 2006.
Brozo no se ha detenido al momento de señalar las grandes fallas, incongruencias, contradicciones y decisiones polémicas y arbitrarias, así como las violaciones a la Constitución que lleva a cabo el gobierno de López Obrador. Tampoco se detiene en los señalamientos en contra de quien podría seguirlo en el poder, Claudia Sheinbaum.