Una ciudad cognitiva de 170 kilómetros de longitud que abarca tres regiones, cada una de ellas con la ecología perfecta para la función que se le prevé. Esta es la idea de THE LINE, el ambicioso proyecto de Arabia Saudí que alojará a 9 millones de personas en un espacio de apenas 34 kilómetros cuadrados.
«Imagina toda una ciudad en un edificio de 500 metros de altura, 200 metros de ancho y 170 kilómetros de longitud que recorre la costa, el desierto y las montañas del noreste de Arabia Saudí. Pues eso es lo que estamos construyendo con THE LINE: el rascacielos horizontal definitivo», afirma Giles Pendleton, director ejecutivo de NEOM, un proyecto visionario que pretende transformar la costa del mar Rojo, en el noreste de Arabia Saudí, en una ciudad de otro mundo. Este proyecto forma parte de la iniciativa Saudi Vision 2030, el programa lanzado por el gobierno de Arabia Saudí con el objetivo de aumentar la diversificación económica, el compromiso global y la calidad de vida del país.
La ciudad consistirá en una secuencia de módulos conectados con una altura de 500 metros. Para que nos hagamos una idea, hablamos de 170 metros de altura más que la Torre Eiffel, de 57 metros más que el Empire State Building y de 48 metros más que las Torres Petronas de Kuala Lumpur. Está previsto que cada módulo aloje hasta 80 000 personas y que ofrezca todo lo necesario para vivir: trabajo, opciones de ocio y centros educativos y sanitarios, de modo que no se pierda el tiempo en trayectos largos. Ello se complementará con una red ferroviaria de alta velocidad con un tiempo de tránsito de extremo a extremo de tan solo 20 minutos.
Al eliminar las infraestructuras que no son absolutamente necesarias y ofrecer todas las necesidades vitales en un radio reducido, la ciudad funcionará íntegramente con energías renovables, lo que le permitirá alcanzar la neutralidad de carbono. Tal como se indica en el sitio web del proyecto, «THE LINE abordará los retos actuales a los que se enfrenta la humanidad en materia de vida urbana y arrojará luz sobre nuevos modos de vida alternativos».
Sin embargo, varios expertos se han mostrado escépticos sobre la estructura lineal de la ciudad. Rafael Prieto-Curiel y Dániel Kondor, investigadores del Complexity Science Hub de Viena (Austria), afirman que, para que esta solución resulte efectiva, la ciudad necesitaría aproximadamente 86 estaciones de tren, de modo que todos los residentes pudieran desplazarse a pie hasta una de ellas, pero tantas paradas harían que los viajes se alargaran demasiado, lo que impediría a los trenes lograr los tiempos anunciados en la presentación del proyecto. Según sus cálculos, el 47 % de la población tardaría más de una hora en llegar al trabajo, y solo el 1,2 % de la población se encontraría a poca distancia unos de otros.
En octubre de 2022, el proyecto fue noticia al publicarse unas imágenes tomadas por un dron en las que se veía que las obras de THE LINE ya habían empezado. Un año después, el NEOM ha mostrado un video sobre los últimos avances, lo que ha permitido comprobar la rápida evolución de cuatro de los pilares de la visión 2030 de Arabia Saudí:
- THE LINE
- OXAGON: ciudad portuaria flotante que incluye un puerto, un centro logístico de vanguardia y unas instalaciones de producción de última generación.
- SINDALAH: isla de ultralujo con 840 000 m2 pensados para ser uno de los destinos más cautivadores del mundo.
- TROJENA: las montañas de Trojena son un destino turístico que pretende ofrecer actividades al aire libre durante todo el año, y que incluiría una estación de esquí de primer nivel, senderos para bicicleta de montaña, un centro de deportes acuáticos y mucho más. La zona de Trojena dispondrá de seis sectores (Explore, Discover, Gateway, Valley, Relax y Fun) y permitirá a los visitantes elegir su destino de acuerdo con sus preferencias. Trojena ha sido nombrada ya sede de los Juegos Asiáticos de Invierno de 2029, lo que obliga a tener las obras listas para entonces.
NEOM promete crear una ciudad abierta y libre que no esté sometida a la legislación actual de Arabia Saudí, para que pueda ser visitada y disfrutada por personas de todo el mundo. Todavía se desconoce si ello supondrá que se permitan el alcohol, los juegos de azar u otras actividades consideradas ilegales en el país asiático, pero todo apunta a una importante flexibilización. Ahora bien, a día de hoy, el proyecto presenta muchas lagunas en materia de demografía, gobernanza, derechos individuales y aceptación de diferentes creencias religiosas y espirituales.
A pesar de los recelos, gracias a los más de 3000 empleados de 90 países que tiene NEOM en su sede y a los más de 60 000 obreros destinados en la zona, el proyecto está avanzando rápidamente. NEOM construirá también un aeropuerto gigante en una zona estratégica (con el 40 % del mundo a menos de 6 horas de vuelo), con el que aspira a convertirse en un importante centro de conexión internacional.
Así las cosas, si el proyecto se acaba terminando en 2030, tiene potencial suficiente para redefinir el concepto de vida urbana y establecer cómo serán las ciudades del futuro.
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